en el bar 2 - Relatos Eróticos

en el bar 2

... amaba, me reí en su cara y le dije…

—de verdad eres una tonta por creer eso, no te acuerdas de tu antiguo pretendiente de la universidad, aquel mujeriego inmaduro al cual rechazaste muchas veces en aquellos tiempos—
— (sorprendida me contesto) ya vas a empezar con tus fantasías, no me gusta y ya lo sabes Saúl y si me acuerdo de él, pero en este momento yo soy solo tuya—
— (con que su novio fantaseaba verla conmigo) lamento decírtelo yo no soy Saúl, soy ese a quien rechazaste incontables veces—
—ya deja de estar bromeando mi amor, aunque no me guste podemos jugar eso si te apetece, ahora solo se tu mismo—
—eres una estúpida Estefany, yo te puse una droga en tu bebida en el bar y te traje a un hotel, aquí te entregaste a mí y como ya conseguí mi objetivo ya no es necesario seguir fingiendo, yo no soy tu novio Saúl y hoy por fin tome tu virginidad justo como te lo prometí hace muchas años, eres tan tonta pues no notaste la diferencia entre los dos jajajajajaja—
— (trato de aclarar su vista y pudo distinguir mi rostro al fin) entonces en realidad tú estuviste tocándome todo este tiempo y contigo fue con quien hice el amor y no mi prometido—
—exactamente Estefany, tal vez no lo recuerdes, pero desde el primer momento cuando me rechazaste te prometí hacerte mía algún día y tú te burlabas, pues como veras no estaba jugando contigo, hoy te entregaste a mí en cuerpo y alma y tengo la evidencia en mi celular, yo tome tu primera vez por tus dos estrechos orificios—
— ¡NOOO! ...

... ESO ES IMPOSIBLE, no pude entregarme a ti, tu eres un desgraciado, estas mintiéndome, esto solo es una pesadilla, todo el placer que sentí no pudo ser por ti 

—de verdad lamento romper tu corazón pero todo fue así, hoy te entregaste a mí y no a tu novio como pensaste jajajajajaja—

Estefany lloraba desconsolada su desgracia, todavía no podía creerlo, no podía haberse entregado a mi días antes de su boda con Saúl, al verla tan afectada yo me sentía poderoso frente a ella, mi pene de nuevo se puso erecto y me le fui encima y esta vez la tome a la fuerza, intento defenderse, pero la droga seguía en su sistema y estaba débil, esto me facilito mucho las cosas, la abrí de piernas y de nuevo la penetre con todas mis fuerzas, intento gritar al sentirme adentro, pero le tape la  boca con mi mano y comencé a penetrarla sin piedad, sus lágrimas caían por sus mejillas mientras yo me burlaba de ella, su vagina me apretaba muchísimo, no sabía si era por placer o por el miedo de estar siendo violada, pero en realidad me daba igual, quería demostrarle quien tenía el control de la situación en ese momento, tome sus manos y se las puse arriba de la cabeza y las sujete con una mano mientras la penetraba con todas mis fuerzas, me encantaba decirle al oído cosas humillantes como cuan zorra era por coger con otro hombre y sobre todo por estar disfrutándolo, también le decía como su vagina ya había tomado la forma de mi pene y muy difícilmente alguien la volvería hacerse sentir tan bien como yo ...