1. Mi mujer y su amante


    Fecha: 10/12/2018, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: atilale1, Fuente: RelatosEróticos

    ... en la parte de atrás, en el centro.
    
    Empezaron a hablar de todo un poco. Cuando empezó la película, no tardaron mucho en darse cuenta de que era un pelmazo. Siguieron hablando, comiendo palomitas.
    
    Todo iba bastante bien hasta que sus manos se tocaron al coger palomitas los dos al mismo tiempo. El efecto fue inmediato, se quedaron un rato sin hablar y de repente, Silvia soltó:
    
    - Esto me recuerda algo: llevo puesto el conjunto que compramos juntos.
    
    - ¿Hoy también lo podré ver? Preguntó él con una sonrisa de oreja a oreja.
    
    - ¡Como eres!, le contestó ella.
    
    - Es que cuando una cosa es bonita, uno quiere disfrutar de ella…
    
    - Sí, claro, ¿Seguro que solo quieres ver el conjunto o quieres ver más?
    
    - Bueno, si no quieres que vea nada más, te lo puedes quitar para enseñármelo, será perfecto para mí, y sino te lo quitas, también será perfecto…
    
    - Claro, en ambos casos, te sales con la tuya, no?
    
    Se rieron bajito para no molestar lo 3 o 4 que había en la sala.
    
    - ¿Bueno, dijo, cuando me lo enseñas?
    
    - Peor que un niño, se mofó ella.
    
    - Vale, pero quiero verlo…
    
    - Bueno, vale, contestó Silvia, como una madre le contestaría a su hijo para que dejase de hacer un capricho, pero solo un poco...
    
    Muy lentamente, se desabrocho le primer botón de su vestido; era un vestido con botones por delante. Después, pasó igual de lentamente al segundo.
    
    Pepe tenía la boca seca, no le quitaba ojo a las manos de Silvia.
    
    Ella disfrutaba del momento, se tomaba su ...
    ... tiempo. Le encantaba hacerle sufrir de esta manera. Cuando se quitó el tercer botón, abrió un poco el vestido, solo un poco. A Pepe, casi se le salían los ojos de las orbitas para poder ver lo escondido debajo del vestido, pero no había forma.
    
    - Un poco más, dijo él con voz ronca, por favor…
    
    - Bueno…
    
    Y abrió un poco más. Pepe pudo empezar a ver el sujetador. Era como lo recordaba. No tenía los pechos muy grandes, pero verlos así, descansando en este sujetador, le ponía a 100.
    
    - Y ahora el tanguita, le dijo él…
    
    - ¡Bueno, que caprichoso!
    
    - Es que el conjunto es de 2 cosas…
    
    Ella, hecho mano al borde de su vestidito y, aún más lentamente que antes, empezó a levantarlo.
    
    Aunque fuera muy lento, el vestido le llegaba ya, de por si, a medio muslo, con lo cual muy rápidamente, llegó al tanga.
    
    Solo se veía parte del triangulito de tela que tapaba Silvia.
    
    Pepe carraspeo, estaba emocionado.
    
    Silvia le dijo entonces:
    
    - Yo también quiero ver tu ropa interior…
    
    - Bueno… no se, contestó él
    
    Silvia se cubrió de repente diciendo:
    
    - Si no vemos los dos, no ve nadie.
    
    El empezó desabrocharse la camisa, poco a poco, tal como Silvia lo había hecho segundos antes. Cuando ya tenía toda la camisa desabrochada, se paró. Silvia le echó una mirada negra a Pepe que entendió que sería mejor seguir adelante. Siguió con el cinturón, se desabrochó el pantalón y empezó a bajarse la bragueta. Lo quería hacer lentamente también, pero los nervios que tenía no lo dejaron ir ...
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