Relatos eróticos esposos cómplices cap 117 - Relatos Eróticos

Relatos eróticos esposos cómplices cap 117

... su verga y él le acariciaba las tetas.

Elva : Tú cómo sabes ?

Chófer : Por la cara qué pusiste al verme la verga y por la expresión de asombro que diste.

En éso el negro no pudo más y apretando la cabeza de mi señora contra su verga y ella queriendo salirse, comenzó a vaciarse a mares, mientras escuchaba sonidos de su garganta y tosidas hasta qué terminó de vaciarse.

Elva : Eres un maldito, casi me ahogas con tanta leche. Has hecho qué me trague un poco. Qué cochinada. Pof qué asco.

Ahora sí llévanos rápido a mi casa.

El negro fué guardándose la verga qué aún se mantenía dura, sin qué mi señora le perdiera de vista hasta qué la guardó por completo.

Después todo fué silencio mientras ella también se iba guardando las tetas, hasta qué llegamos y mi esposa le quiso pagar, siendo rechazado por el negro, qué más bien le dió las gracias.

Después el negro qué era bajo de estatura, pero musculoso me tuvo qué ayudar dejándome en la sala.

Estando solos, mi señora dió un vuelco en su actitud y llorando se arrodilló frente a mi diciendo.

Elva : Amor, perdóname, te he deshonrado a tí y a tu familia. Si quieres pídeme el divorcio y botame, lo merezco.

La levanté abrazándola muy fuerte y besándola.

Yo : Amor, de ésto somos culpables los dos y creo qué lo he disfrutado tanto como tú y hasta me siento más unido a tí cómo cómplices después de haber efectuado el robo del siglo.

Elva : Verdad amor, pero yo me siento mal y si algún día quieres pegarme o ...

... botarmebte lo aceptaré. En todo caso me siento en deuda contigo y si algún día quieres que haga algo por ti, sólo pídelo y será cumplido.

Ésa fué la única vez qué estuvimos muy cerca de qué mi señora sea penetrada por otra verga y qué verga. Me pregunto cómo hubiera sido para ella qué es estrecha, ésa fué una conversación que duró semanas en nuestra cama, escuchando cada vez nuevos pequeños detalles cómo algunas preguntas.

Yo : Amor, hubieras dejado qué el negro te meta la verga.

Elva : Amor, si no se hubiera vaciado estaba a punto de aceptar aunque sea lo qué me pidió " Te la meto y te la saco rápido ". Pero dime amor, tú hubieras aceptado ?

Yo : Estaba tan caliente que esperaba qué lo hicieras pero con temor por el tamaño de su verga y lo estrecha que tú eres.

Elva : La verdad, yá estaba tan caliente qué no me importará qué me reventara.

Bueno, les sigo contando, yá habían pasado más de dos años de la muerte de mamá y nosotros siempre la teníamos presente igual que mi papá, pero interiormente por qué cómo hombre seguía buscando su pareja ideal.

Resulta qué una noche en qué estábamos durmiendo mi señora me despertó diciéndome qué había escuchado unos lamentos de hombre y sería mejor qué baje a ver a mi papá.

Yo : Amor, debe estar haciendo sus travesuras con Ruth. Duerme tranquila.

Elva : No amor, ésos no son quejidos sexuales. Anda a verlo y no tengamos que lamentarnos mañana.

Me puse mi bata y bajando escuché lamentos de dolor y golpes a la mesa, ...