Relatos eróticos esposos cómplices cap 119 - Relatos Eróticos

Relatos eróticos esposos cómplices cap 119

... flaco y más pequeño que el otro.

La negra le unto la crema y colocó la cabeza de la verga en la entrada del culito. El enano empujó con tal fuerza qué en primera le metió media verga, haciéndola gritar y llorar a mi señora.

La negra le dió un palmazo y mi señora entre sollozos le dijo, qué todo estába bien y que no le pegue, luego empujaba despacio hasta qué se lo metió todo y mi señora seguía gimiendo.

Al rato comenzó a moverse cómo caballo loco o sea más era mete y saca a gran velocidad, hasta qué le rellenó el culo a mi mujer de leche qué fué a juntarse al fondo de sus intestinos con la que dejó su hermano.

Éste también se paró con la verga embarrada de leche, sangre y heces para lavarse. En ésta oportunidad tuve qué ayudarla, llevándola al baño para qué se lave.

El negro viendo a mi mujer cojeando y adolorida dijo : Creo qué me quedaré con las ganas. No mi amor dijo la negra, aquí estoy yo y echándose en la cama boca abajo se nalgueaba, retandolo y el negro ni corto ni perezoso con la verga al palo, se lo enterró por completo en primera y sin ningún lubricante.

El negro la castigaba duro y la negra colaboraba parando más el culo, haciendo sonar sus cuerpos cómo latigazos y al mirarnos sorprendidos con mi señora se nos levantó el morbo.

Fenomenal fué ver cómo le soltaba su leche en cada brinco del negro y ella le pedía que le dé más duro y qué le llene el culo con su leche.

Mientras descansaban, con mi señora decidimos qué ella dormiría con los  ...

... 2 enanos que la habían roto, el negro con sus otros hijos y Yo con la negra.

Al siguiente día la negra nos preparó desayuno, por qué mi señora estaba adolorida.

Negro : Escuché bulla en su cuarto, creo qué la pasaron bien.

Yo : Con tu mujer nos dimos 2 polvos, cara y sello.

Ruby : Los enanos me volvieron a romper el culo otra vez.

Negro : Entonces tendré que esperar hasta la otra semana para romper verdaderamente ése lindo culito.

El domingo nos despedimos con la promesa de volvernos a ver el otro fin de semana y el negro y los 2 enanos se despidieron de mi mujer con un beso en la boca y yo hice lo mismo con su mujer de él.

El siguiente viernes llegaron y después de cenar nos tomamos unos tragos y el negro le apretaba el culo a mi mujer diciéndole qué ésta noche sentiría lo qué es una verdadera culeada.

Mi señora también mareada le sobaba la verga por encima del pantalón diciéndole : Pero quiero que me revientes el culo cómo se lo haces a tu mujer, aunque grite o aunque me muera.

Negra : Yo creo qué mejor ahora descansan por qué están mareados y mañana lo hacen más tranquilos.

Ruby : Doña, prefiero hacerla mareada para no sentir tanto el dolor.

Yo : Entonces vamos a ver éso.

Nos desnudamos los cuatro y empezamos cachandolas por la vagina, hasta qué de pronto el negro volteó a mi mujer mordiendole las nalgas.

La negra se apuró echándoles las cremas y el negro comenzó a empujar

Negra : Amor despacio por favor, no vayas a reventar a mi ...