1. Padre enamorado y en apuros 2


    Fecha: 11/12/2018, Categorías: Incesto Autor: chelo212, Fuente: SexoSinTabues

    Los meses se fueron sucediendo uno tras otro , y yo no podía acechar a mi hija, ya que mi sra me seguía como perro guardián, me tenía que contentar con poder espiarla mientras se bañaba, a través del tragaluz del baño, utilizando la cámara del teléfono celular. Una tarde de verano, mi hija se encontraba viendo televisión , mientras mi mujer me sebaba unos mates, mis hijos menores estaban jugando en una pileta que armamos en el patio, cuando sonó el timbre de la casa. Me dirigí a la entrada y pude ver que eran mis suegros que venían a visitarnos, tras los saludos de rigor, los invité a pasar a mi casa, anunciándolos a toda la familia. Los dos que estaban en la pileta apenas se envolvieron en sendos toallones e ingresaron para saludar a los padres de mi mujer. La mayor les ofreció algo fresco de tomar, mi suegra optó por una gaseosa cola, mientras que mi suegro pidió acompañarnos con los mates, por lo que tuvo que colocar mas agua a calentar en la cocina. La conversación si bien era amena, no dejaba de ser parecida a las de otras visitas anteriores, donde mi mujer averiguaba como estaba su hermana, cuanto había crecido mi cuñadito, y lo flojo que andaba el trabajo en el taller mecánico. Cuando noté que mi intervención no era tan importante, dirigí mi mirada a la cocina, y mi sorpresa fue tal que casi dejo escapar una exclamación, me logré contener en el mismo instante, la razón era que mi hija se había sentado sobre la piedra del bajo alacena, en posición de indio, y se notaba ...
    ... claramente que no llevaba puesta su bombachita. Ella había estado en la pileta con sus hermanos hasta hacía una hora, y después de salirse de la misma, se vistió con una remera amplia , sin colocarse corpiño (sus pechos son medianos, no son pequeños ni muy grandes, pero sí son bien turgentes y duros como buena adolescente). Además se había colocado una minifalda de jeans con vuelitos cortos , que le regalé como premio por sus notas en el colegio. Al parecer, se olvidó su tanguita en la habitación y ella se duchó y vistió en el baño. El agua llegó a la temperatura indicada y Gaby la traspasó al termo, para luego volver donde nos encontrábamos disfrutando de la mediatarde en el comedor. Al llegar notó que no quedaban sillas vacías donde sentarse, y es en ese momento que se dirige hacia donde yo me encontraba sentado y me pide que la tenga sobre mis rodillas. Sin esperar respuesta alguna, se dejó caer sobre las mismas, con el detalle que la imagen de su entrepierna , aun rondaba en mi mente, por lo que tenía una prominente erección muy difícil de ocultar. Yo estaba con una musculosa de un equipo de básquet norteamericano y un short de tela muy delgada , además soy de estar de entrecasa sin ropa interior, me gusta sentirme libre al caminar. El contacto de sus nalgas sobre la piel de mis piernas me provocó una suba repentina de la temperatura, sentía mi cara arder y el corazón latir como si fuese a explotar, sintiendo en mis sienes la presión de la sangre que recorría mis venas. ...
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