1. Angel de la guarda (I)


    Fecha: 12/12/2018, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... qué no te puedo responder. -No es necesario, ya sé la respuesta. -Ah ¿si? Y según tú, ¿cuál es la respuesta? -Se acostaría conmigo sólo como con una prostituta y eso es lo que soy. -No, te equivocas y ahora te digo por qué.
    
    Las lágrimas rodaban por sus mejillas y me sentí terriblemente mal, ella se negaba a escuchar mis razones y me costó mucho convencerla de que se sentara y me diera la oportunidad de explicar todo como en realidad sucedía y comencé la dura tarea de exponer mis razones y cada uno de los pensamientos que su presencia generaba en mi interior.
    
    -Antes que nada, ahora tú deberás responderme a unas preguntas. -Pregunte lo que quiera. -¿Sabías que tengo 39 años? -No, no lo sabía. -¿Sabes que soy casado y que tengo dos hijos? -Sí, usted me lo dijo. -Entonces, ¿sabes que si pasa algo entre nosotros no puede ser algo serio? -Eso no me importa. -¿Yo te gusto como hombre? -Sí, me gusta mucho -¿No será influencia de las copas que hemos tomado? -No, yo casi no he tomado -¿No será que sientes agradecimiento y estás confundida? -No, creo que no es agradecimiento. -¿Ves? Crees, no estás segura. -Pues... -Y ¿quieres que te confiese algo? -¿Qué? -Sí, sí me gustas y me vuelves loco, pero hoy no puede ser... -¿Por qué hoy no? -Porque si llega a suceder, quiero que sea entre un hombre y una mujer -Y ¿qué somos? -Por ahora somos Ángel de la Guarda y protegida -¡Ah! ¡Ahora entiendo! -Sí, no quiero que sea el pago por un favor prestado -No debí decirle así... -¿Ahora ...
    ... entiendes? -Sí, creo que sí -Ahora ya sabes por qué no respondí en su debido momento. -¡Es tan lindo! ¡Qué suerte tiene su mujer! -Debes decírselo a ella, parece que no se ha dado cuenta. -Ja, ja, ja... ¡ojalá y no se dé cuenta núnca! -¿Por qué? -Es una broma... -Además te confieso otra cosa muy importante. -¿Cuál? -Si yo me separo de mi esposa, no será a causa de otra mujer. -Wow... mejor no digo nada. -Sí, será por su forma de ser; ya te lo he comentado. -¿Debe quererla mucho, no? -Creo que es por mis hijos principalmente. -Entonces, ¿sí cree que soy bonita? -¡Sí, eres preciosa! -Entonces, ¿sí cree que soy sensual? -¡Ah picarona! Sí, eres sensual, pero ahora ya vete a la cama.
    
    Y acá hizo gala de las habilidades innatas de la mujeres para manejarnos a su antojo a los hombres y hacernos creer que somos nosotros los que tomamos las decisiones; se acercó con una sensualidad arrasadora y apoyándose en mi pecho comenzó a hacer círculos con su dedo cómo quien ensortija un cabello o juguetea con una corbata y lanzó un nuevo ataque a su presa, la gatita que juguetea con su ratoncito.
    
    -Y si es como dice, ¿me da el besito de buenas noches?
    
    Y tratando de hacerme de rogar le di un beso fraternal en la mejilla y le di las buenas noches, pero claro estaba que Silvita no se iría satisfecha con un beso inocente de mejilla.
    
    -Ese no es el beso que yo quiero. -Y ¿cómo lo quieres? -Lo quiero así...
    
    Cómo en cámara lenta fue subiendo sus manos hacia mis hombros y más despacio aún, fue ...