1. RECUERDO A MIS PRIMOS ENSEÑANDOME A TENER PLACER


    Fecha: 13/12/2018, Categorías: Gays Autor: abuelogay, Fuente: RelatosEróticos

    Tuve sexo con mis primos en una etapa muy inocente de mi vida, sería yo un niño de 9 u 8 años, allá en la casa acomodada de mis padres, una casa grande casi campesina, pero muy confortable en la que podías pasear por la pradera lo mismo en coche como a caballo. Tenía por primos a unos mozalbetes que venían a mi casa cada que mis padres y mis tíos tenían algún acontecimiento que los mantendría fuera de casa, entonces nos dejaban a los tres juntos.
    
    Recuerdo que, aquella tarde estábamos jugando por el cobertizo, jugábamos y reíamos saliendo y entrando por la puerta grande y vetusta de esa vieja construcción llena de paja y repuestos de carro entre otras cosas. Jácome y Fedro, que así se llamaban mis primos, eran unos chicos tiernos casi unos adolescentes en la flor de su vida, tendrían entre 13 y 12 años respectivamente. Pero aquella tarde en que nos entreteníamos, recuerdo que ellos se adelantaron a mí porque eran mucho más altos y ágiles que yo, se metieron al fondo del cobertizo, donde apenas alcanzaba a dar la luz, yo me acerque lenta y sigilosamente a modo de tomar aire porque ya me había cansado; de pronto los vi en aquella acción inapropiada para mí entonces, Fedro estaba arrodillado frente a Jácome casi entre sus piernas y le tocaba el bulto, tomaba entre las manos lo que llegarían a ser los testículos de su hermano (y si ésta les parece una historia de incesto, sí, lo es, una historia de puro incesto). De inmediato quedé mudo, inmovilizado, nervioso y a la vez ...
    ... agraviado con ellos por esa acción, pero de inmediato también los ojos de Jácome se me quedaron viendo con una sonrisa bonachona, y a la vez Fedro volteó a verme. Luego ambos se me rieron en frente de la cara, lo que termino de indignarme casi hasta derramar unas lágrimas de furia que ya no podía contener, pero ambos se apresuraron a consolarme, y Jácome comenzó por explicarme que esto que había visto era algo común que sucedía entre los dos todas las noches en su habitación cuando quedaban solos, para convencerme Fedro tomo la mano de su hermano y se la puso en el bulto. No quise comprenderlos ni mucho menos escucharlos en ese momento, pero la curiosidad me asaltaba y le pedí a Jácome, que era el mayor, que me explicara porque sucedía eso entre los dos.
    
    Jácome me dijo que era porque les gustaba y les hacía sentir a gusto con todo lo que hacían a escondidas en su cuarto y Fedro lo confirmo moviendo la cabeza afirmativamente. Yo no quería entender ni mucho menos quedar conforme con lo que me decía, así que seguí inquiriendo al respecto y cuando mi primo mayor se disponía a satisfacer mi curiosidad por segunda vez, su hermano, Fedro, tomo mi paquete, lo toco con la mano, suavemente presionando y cerrando la mano sobre mi bulto; yo quedé agazapado mirándolo como lo hacía, no puedo negar que me gustaba ya desde el primer momento, y luego poniéndome la otra mano encima comenzó a abrirme el pantaloncillo que traía puesto, y se dio el gusto de buscar bien entre mi bulto, y cuando dio ...
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