1. El castillo


    Fecha: 14/12/2018, Categorías: Lesbianas Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos

    ... visto que tener sexo es un verdadero trabajo como un auténtico placer.
    
    Tras descansar un rato fuera, buscando algo de los demás qué tocar o que nos tocara, decidí bañarme en la piscina y pregunté donde estaba la ducha. Pero Luis me dijo que no hacía falta que podía meterme como quisiera. Lo hice. Me zambullí como mejor sé hacer. Gaspar y Luis se zambulleron quizá con más maestría pero algo se inclinaron de lado. Vinieron donde estaba yo en son de paz para abrazarnos y besarnos dentro del agua que es otro placer que muy pocas veces había probado y que ahora se hacía necesario, pues estaba en el plan de Luis y Gaspar.
    
    Salimos a tomar el aperitivo. Me apetecía comer algo aunque fueran aceitunas y almendras que es lo que había. Me serví un martini seco sin hielo. Ellos dos hicieron lo mismo agregando hielo y limón. Jamás me pongo limón al Martini, pero debe estar bueno; la verdad es que muy pocas veces tomo Martini, pero es lo que había.
    
    *****
    
    Tras una amena conversación en la que me explicaron qué íbamos a hacer durante la noche, pasamos a la cena. Me avisaron que iba a ser una cena salvaje, para lo cual nada de ropa. “Textil prohibido”, decía Gaspar. Pero Luis trajo tres cintas que tenían cada una su pluma no sé de qué ave y nos ató a la frente la cinta atándola en la nuca. Luego Gaspar hizo lo mismo con Luis. Así que no había una mesa para sentarnos a comer, sino una mesa con diversos manjares muy desconocidos para mí a base de pescado y carnes irreconocibles. ...
    ... Había un pequeño frigorífico donde estaban todas las botellas que podríamos tomar.
    
    —”Están ahí para que no se calienten con el calor que hace; cada uno se sirve como y cuando quiera”, dijo Luis.
    
    Era una terraza contigua a la piscina, toda acristalada. Puertas con cristales transparentes y marcos pintados de blanco. Desde dentro se podía ver la piscina, ahora ya iluminada, y un muro del castillo al fondo. Las plantas más próximas a la piscina se distinguían; eran plantas de rocalla, tales como tomillos de diversas variedades, helianthemun nummularium de diferentes colores, iris enanos, arabis, armeria marítima, campánula, cerástium, dianthus subacaulis, sempervivum o siempre viva, flox subulata, saponaria ocymoides, muchos sedum de variedades diferentes, jaras de porte bajo, scabiosa, salvia nemorosa, aubrieta, centaurea simplicicaulis, erigeron y muchas más que daban un conjunto precioso. Con la luz de las farolas tenían reflejos luminosos que te invitaban al deseo y al apetito de la concupiscencia porno. La verdad es que la ambientación era más apropiada para divertirse con el sexo que para pasear, sobre todo al anochecer, cuando ya no hay bichos como abejas, avispas y otros insectos molestos. El agua de la piscina se veía espléndidamente azulada y quieta como una lámina de cristal.
    
    La decoración de la terraza era simple, sillas propias de terraza para poder sacar y sentarse mojado sobre ellas, mesas redondas de jardín y dos paradores para guardar los enseres; lo más ...
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