Un aliciente a la infidelidad de mi esposa - Relatos Eróticos

Un aliciente a la infidelidad de mi esposa

... seguro las copas de la noche anterior, y ella enseguida fue y me trajo un vaso con agua para refrescar mi garganta, se lo agradecí y ella se sentó sobre la cama y al hacerlo, la toalla se separó dejando ver buena parte de sus hermosas piernas, yo traté de disimular pero sin desearlo esto me excito, pero dije para mis adentros… Cálmate Alfonso es tu hija. Después de algunas palabras ella me dijo que me extrañaba mucho, extrañaba cuando se metía en mi cama y yo la consentía y sin más ni más levanto la frazada y se acomodo a mi lado, desde luego la toalla quedo recogida y cuando se pego a mi cuerpo para que la consintiera, sentí sus senos desnudos directamente contra mi pecho ya que yo solo tenía un pantalón corto como pijama. Igual que antes, ella subió su pierna sobre las mías y pegó su pelvis a mi muslo, A pesar de mi autoadvertencia, cálmate Alfonso es tu hija, no pude controlarme y mi polla se irguió de inmediato y cuando ella comenzó a acariciarme como lo hacía antes, esta vez bajó su mano hasta mi pelvis y al encontrarse con mi polla tiesa como un riel, me dijo sonriendo… Y esto que es? tan rico. Yo no sabía que decir. Pero ella sí, me dijo… siempre quise hacer esto contigo desde una vez que te vi desnudo en el baño, pero estando soltera y con una mamá tan recatada no podía tomar anticonceptivos, pero ahora que ya conocí como son las cosas, quiero estar contigo. Yo seguía sin saber qué hacer, pero me dije… es ahora o nunca y sabiendo de la infidelidad de mi esposa me ...

... decidí. Le pedí que lo hiciéramos a mi manera, le quite la toalla y yo me quite el pantalón quedando los dos totalmente desnudos y empecé por darle sexo oral, su conchita totalmente depilada y rosadita era un bocado extraordinario, metí mi lengua por todas partes y la escuché gemir deliciosamente, al tiempo acariciaba sus senos muy erguidos con sus pezones duros, Ella me pidió hacerme sexo oral también y yo enseguida acepte. Aquí la tienes, y se la metió hasta la garganta… Eso, trágatela toda, ohhhhhh, que goce, eso sigue chupando, sigue chupando. ¿Te gusta mamarla? ¿Te gusta comer mi polla?. -“Glup, Glup”. Era el único sonido que emitía ella. Vamos sigue chupándola y te daré tu premio. Y cuando estaba más excitado a punto de llegar la detuve y me subí sobre ella para besarle los senos y luego la boca, quedando nuestros sexos enfrentados. Ella metió su mano por en medio de nuestros cuerpos y al encontrar mi polla la deslizo a lo largo de su conchita que estaba súper lubricada para ponerla finalmente a la entrada, solo fue empujar un poquito y mi polla se fue toda adentro, ella dijo… uyyy papi que rico, hace mucho tiempo que deseaba tenerla dentro de mí, Ahora haz lo que quieras conmigo, vamos a disfrutarlo al límite y comencé a meter y sacar mi polla y ella a gemir controladamente, para no despertar su bebe. Yo me sentía en la gloria al estar con semejante mujer tan hermosa, toda una hembra deseable y muy hermosa, tierna y ardiente como su padre. Qué rico. Me mata tu miembro, me ...