Relatos eróticos esposos cómplices cap 131 - Relatos Eróticos

Relatos eróticos esposos cómplices cap 131

... siempre le dije la verdad y sin muchas ínfulas creció orgulloso a mi lado y a todo el grupo qué nos estima.

Yo sigo con mi trabajo, pero atiendo sólo servicios exclusivos y vivo una relación íntima con el capitán.

El negocio avanza muy próspero y con las chicas, los clientes, la Mis, mi familia y los trabajadores, hemos creado un ambiente muy fraternal y de mucha armonía, tratándonos con mucha confianza, pero también con mucho respeto.

Mi hijo creció rodeado de comodidades, estimación, cariño y siempre con valores, anteponiendo la sinceridad por delante, más que nada en los sentimientos, sin callarse nada y preguntando por todo.

 Yá adolescente, me confió qué su verga le picaba mucho y se le ponía dura sintiendo gusto al rascarse, pero tenía miedo hacerse daño.

Yo : A ver hijo, muéstrame.

Me mostró una verga muy diferente a la qué veía hace unos años atrás. 

Yo : Guau, hijo cómo te ha crecido ?

Hijo : A comparación con la de mis amigos qué nos bañamos, sí es algo grande.

Yo : Hijo, yá te expliqué qué tú eres hombre y tienes pene y yo soy mujer y tengo vagina ( Hablando decentemente ).
Ahora te diré, qué cómo estás creciendo, tu verga quiere jugar, entonces para qué se quede tranquila le haré una paja. Aprende cómo se hace, para cuándo te lo quieras hacer sólo o si no, me avisas y yo te lo hago. Pero te vuelvo a recordar qué todo lo qué escuches o veas con nosotros, nunca vayas a comentarle a nadie.

Comencé a acariciarle su verga 13 x 3 qué ...

... estaba bien dura. Se lo apreté y subía y bajaba, primero despacio y aumentando la velocidad comenzó a revolcarse diciendo " Mamá, mamá " y a los 5 minutos se vació por primera vez en su vida arrojando harta leche.

Lo limpié dejándolo descansar, yéndome feliz tragandome la leche qué quedó en mi mano a recorrer el local y a conversar con la Mis.

A los tres días mi hijo habló.

Hijo : Mamá, ése día estuvo muy rico, tu creés qué mi tía Susan quiera hacerme una paja.

Yo : Claro que si hijo, además es tu madrina y nunca se negaría, quieres qué le hable ?

Hijo : Por favor mamá.

Me paré y me fui a hablar con la Mis.

Yo ; Mis, el nene quiere probar su mano.

Mis ; Otra vez le está picando. Yá voy hija.

Mis ; Nené, dice tu mamá qué quieres probar mi mano.

Nené ; Sí tía, quería probar también tu mano.

La Mis comenzó a acariciar su verga y a golpearla suavemente sobre la palma de la otra mano, logrando ponerla más dura y luego lo apretaba suavemente, corriendola de arriba a abajo y viceversa, haciéndolo revolcarse, hasta qué soltó toda su leche y después de limpiarlo lo dejó dormir.

Estuvimos un mes a pedido de mi hijo y decidí dar un paso más adelante, enseñándole a mi hijo, lo agradable del sexo..


Yo : Hijo, ahora te voy a enseñar otra cosita más qué te gustará, disfrútala.

Después de pajearlo, metí la cabeza de su verga a mi boca, haciéndolo estremecerse y mirándonos a los ojos, le ví qué estaba gozando cómo nunca en su vida y veía asombrado cómo ...