1. La Lasciva Vida de una Maestra


    Fecha: 16/12/2018, Categorías: Tabú Primera Vez Hardcore, Autor: AkuSokuZan, Fuente: xHamster

    ... tuvo su padre y tantas veces se corrió…–“Recuerdo”, empezó Ramón. “Aquella vez en mi casa cuando te tenía ensartada por el coño, y no te quitabas… te dije que estaba a punto de explotar, y haciéndote la desentendida de mi inminente eyaculación, me dijiste que querías tener un hijo mío, ¡Que te preñase! Querías que te hiciera una buena barriga con un hijo que tuviera un pollón como su padre para que en el futuro no te faltara un buen cipote para follarte”.Ana sonrió. –“Claro, estaba peligrosamente caliente y no me importaba decir tonterías”. Se quedó mirando a los ojos del vetusto hombre casi del cromañón. -“Es que de verdad Ramón, eras increíble”, prosiguió ella. “Muy afortunada ha sido tu esposa de tener esta maza a su entera disposición… ¡¿Cuántas folladas le das a la semana?!”.-“Ya no tantas como antes… con dos o tres lleno el cupo. Tampoco tiene el coño tan apetecible como hace unos años, ya le pesan las tetas y el culo un poco…”,se rieron de la ocurrencia, la pobre mujer ya rondaba los 62 años.-“Nunca se me va a olvidar aquella vez que lo hicimos como cinco veces en un día… me llenaste todos los agujeros de lefa. ¡Salí perdida de leche! Olía a semen dos días después, menos mal que Eduardo no andaba por casa esos días. Y ni que decir de cómo me dejaste el coño… ¡Para el arrastre!”.–“Seis Ana, fueron seis polvos”, corrigió Ramón. “Fueron 6 polvazos y en todos sacaste algo de lefa para ti, ¡Cómo lo recuerdo!”.– “¡Que bárbaros éramos!”, recordó Ana. “¡Me dejaste toda ...
    ... desvencijada con el coño irritado y zamba! ¡Eras una bestia parda follando… un auténtico semental! Ella lo miraba con ojos lascivos. -“Aquellos largos viajes de Eduardo, cuando te quedabas a dormir y le avisabas a Rosa que era porque tenías que velar de la construcción…nunca lo olvidaré”, prosiguió.Entre la amena conversación sobre sus familias, lo que habían hecho de sus vidas y sus candentes recuerdos, Ramón terminó su desayuno.– “¿Te importa si fumo?” Preguntó Ramón.–“Claro que no”, contesto ella. “Si Eduardo dice algo, le diré que viniste a ver unos trabajos pendientes. Pero sí quisiera que vieras algo en el cuarto de arriba que no usamos”, agregó.–“Ahora lo vemos”, dijo él. ”Ando necesitado de lana”.Pasaron a la sala. Transcurrió un grato momento lleno de recuerdos, sentimentales y calientes anécdotas. Ana se sentó frente a Ramón, aunque moría por estar enseguida en el mismo sillón, aguardando el momento preciso para desenterrar la calentura que ambos, seguramente, llevaban dentro. Los años arrancaron de Ramón aquel arrojo que él tenía cuando la saludaba por las mañanas…no esperaba ni un minuto para lanzarse sobre ella y devorarla. Hoy se veía prudente y mesurado, más retraído, se notaba más la falta de energía.–“¿Qué te parece si vemos el trabajo que quiero hacer?” dijo Ana.Ramón se levantó sin dificultad y salieron al jardín.-“Es allá arriba”, señaló ella.Una escalera metálica de espiral daba acceso al cuarto en un segundo piso. Ella caminó frente a él. Cuando empezó a subir, ...
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