La Lasciva Vida de una Maestra
Fecha: 16/12/2018,
Categorías:
Tabú
Primera Vez
Hardcore,
Autor: AkuSokuZan, Fuente: xHamster
... entrada de un centro comercial. Sin pensarlo ni meditarlo un segundo, entré con el coche en el parking y aparqué en la esquina más alejada y solitaria. Apagué el coche, me quité las braguitas y las guardé en el bolso. Recliné el asiento y me tumbé relajada. Me subí el vestido hasta la cintura y puse una mano encima de mi coño ardiente. ¡Por Dios! Estaba empapada, debí haberme metido ese badajo tan duro y calmar esta necesidad imperante ¡¿pero que hubiera pensado el chico de mí?! De Puta para arriba.Miré alrededor dentro del coche y no veía nada que pudiera servirme. Abrí la guantera y encontré un trapo sucio que mi marido usaba para limpiar el coche. Eso me serviría. Lo puse encima del asiento y me senté encima. Al menos así no lo dejaría todo perdido. Me tumbé y puse las piernas encima del salpicadero, cada una a un lado del volante. Me desabroché dos botones de la parte de arriba del vestido y saqué mis mamas por encima del sujetador como pude. Con una mano empecé a acariciármelos, centrándome poco a poco en mis pezones saltones, tirando de ellos, pellizcándomelos. Con la otra mano, otra vez en mi raja…empecé a acariciarme suavemente los labios vaginales. Ufff, estaba empapada. Mi coño goteaba literalmente. Estuve un buen rato acariciándome muy despacio, saboreando cada milímetro de mis labios, frotándome sobre el capuchón el enervado clítoris. Cerré los ojos y mi imaginación me llevó de vuelta al cobertizo. Me imaginaba a Jorge otra vez desnudo, en la tumbona, con ese ...
... pollón rígido y tan grande como el de un semental…la imagen solo era de ese pollón inhiesto.Yo, desnuda también, me dirigía a él y me sentaba encima del cipote…despacio me metía esa tranca dentro de mi anhelante coñito. Intentaba rememorar la sensación de tener algo tan grande dentro como el rabo de Ramón, que tan feliz me hizo hace años… concretamente 19. Él me miraba con ojos de deseo y me decía lo mucho que le excitaba, que era una mujer muy atractiva. Yo cabalgaba encima de él, cada vez más rápido. Él se ponía mis pezones en su boca, me los lamía enteros, los chupaba y succionaba queriéndolos arrancar. Me chupaba los pezones tirando de ellos con pequeños mordiscos. Dios mío, no podía más. Volví a la realidad. Poco a poco empecé a meter un dedo dentro de mi raja inundada y después otro. Tenía dos dedos penetrándome mientras pegaba la palma de la mano a mi clítoris refregándolo con fruición. Estaba completamente salida. De repente un orgasmo inundó mi cuerpo. Grité de placer sin poder evitarlo. Increíble. Sentí como mis piernas se desvanecían y mi mente se apagaba. ¿Cuantos años hacía que no me masturbaba? Probablemente desde antes de conocer a mí marido. ¿Cuánto hacía que no sentía un orgasmo? Demasiado.Pasaron unos minutos hasta que no volví al mundo real. Miré alrededor, seguía sola y sin nadie cerca. Subí el asiento y bajé del coche. Recogí el trapo. Estaba completamente mojado. Fui andando hasta un cubo de basura que había a unos metros y lo tiré. Volví al coche y… Dios ...