1. La Lasciva Vida de una Maestra


    Fecha: 16/12/2018, Categorías: Tabú Primera Vez Hardcore, Autor: AkuSokuZan, Fuente: xHamster

    ... mío, olía a sexo, más bien a chumino. Arranqué y regresé a casa con todas las ventanillas bajadas. Teníamos que volver a Barcelona con ese coche y olía a noche de pasión. Fue llegar al garaje del chalet y todo cambió… todas esas sensaciones de excitación, morbo y lujuria, se convirtieron en vergüenza y culpabilidad. ¿Cómo podía haber hecho algo así? Si Jorge era niño, un amigo de mi hijo. Si su madre era una buena amiga. Solo deseo que mi marido nunca sepa nada de todo esto. Al cabo de unos minutos estaba llorando a solas en la cocina. Pasé una noche muy mala en la que no pude dormir ni un segundo. Me sentía sucia por mis malos deseos. Había hecho una locura, sin embargo lo que yo tenía era un deseo irrefrenable de que me dieran una buena follada con una verga de tamaño supremo. Nunca creí que podría llegar a ser una persona así, infiel al menos de pensamiento. Lo que yo no sabía en ese momento, es que ese suceso sería el detonante, la chispa que haría cambiarlo todo dentro de mí definitivamente.Durante días rememoré mi aventura con Ramón, el albañil que me preñó de mi segundo hijo, aquello fue por el ’80 ¡Cuanta falta me hacía un revolcón como aquellos...!Ramón el albañil.Esto sucedió por dos razones… mi marido ya no se mantenía en casa el tiempo suficiente, y nuestra vida sexual después de tener a mi hijo mayor fue decayendo…era muy aburrida. Lo siguiente me ocurrió hacia el año 1980, y es que a veces la indiferencia entre la relación de las parejas trae duras ...
    ... experiencias. En mi caso, las relaciones con mi marido se fueron espaciando al grado de tener sexo con mi marido una vez cada a la semana, después dos o tres al mes. Yo tenía 28 años y me consideraba bastante atractiva, todavía hoy a mis 66 tengo que ofrecerles a los hombres, mis tetas se mantienen casi firmes, mis piernas son largas, delgadas y atractivas, mi culo firme y bonito con su carne y firmeza. Pero la rutina y la falta de imaginación arroja a las parejas a buscar donde satisfacer sus necesidades y por entonces yo estaba en toda mi salsa.A mi marido lo acababan de promover en su trabajo, pero ese ascenso lo obligaba a estar fuera por temporadas largas. Esto terminó de matar muchas cosas que agonizaban. En esos días estaban remodelando la casa en el primer nivel, de hecho tuvimos que subir la mesa del comedor a la planta alta para evitar el polvo que eso conlleva. El trabajo lo estaba haciendo una compañía la cual puso a tres albañiles a realizarla, uno de ellos era Ramón, un hombre fortachón de unos 35 años, manos grandes y ásperas por el tipo de trabajo que acostumbra, con bastante vello en el pecho, brazos y piernas, se miraba con esa mirada penetrante que te muestra el tipo de macho con quien tratas. Otro era su hijo al que llamaban Zapo que por entonces tenía 16 años y otro obrero más.No puedo definir lo que me sucedía cada vez que lo veía o entablaba alguna conversación con él… era el jefe dela cuadrilla y todos los días hablábamos para tratar la obra. Me temblaba la voz, ...
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