Relatos eróticos esposos cómplices cap 138 - Relatos Eróticos

Relatos eróticos esposos cómplices cap 138

... su juventud y pude darme cuenta qué después de 3 orgasmos, él le soltó sus chorros de leche.

Mi señora lo retuvo encima, terminando de disfrutar lo qué la visión del espejo le brindó.

Descansando hablamos los tres, yo aún vestido y ellos desnudos en la cama.

Yo : José, dime qué te ha parecido ?

José : Un sueño señor.

Yo : Te ha gustado meterle la lengua ?

José : Me habían dicho qué era lo más rico y tenían razón. Es muy delicioso.

Yo : Nora, sabes qué has sacado de virgen a José ?

Nora : Verdad José ?

José : Si señora, superó todas mis expectativas. Señora, dígame y usted también hace sexo anal ?

Nora : Nunca lo he hecho, pero quisiera hacerlo, pero tú verga es muy grande.

José : Qué pena, hubiera querido disfrutarlo, pero ni modo. Ahora sí le tengo envidia a mi hermano.

Nora : Y por qué le tienes envidia a tu hermano ?

José : El me tiene envidia por qué la tengo más grande qué la de él y ahora yo le tengo envidia. Por qué si la tuviera de su tamaño, usted me pudo haber aceptado el sexo anal.

Nora : Y cuánto le mide a tu hermano ?

José : 12 x 3 señora.

Nora : Y tú hermano es casado ?

José : No señora, es mi mellizo y también está virgen 

Nos quedamos callados y mientras José acariciaba a Nora, con los ojos parecía qué quería decirme algo.

Le pedimos a José nos excuse un momento y en la sala conversamos.

Nora : Amor, si le decimos qué traiga a su hermano qué la tiene más chica ?

Yo : Pero para qué ?

Nora : ...

... Para que me rompa el culo.

Yo : Vamos a pensarlo, te parece ?

Nora : Cuándo lo pensemos, no lo podremos hacer hasta el otro año.

Yo : Tanto apuro tienes ?

Nora : Amor, si me lo rompe el de 12, luego me cacha el de 15, así sería más fácil aguantarte a tí, pero me prometes qué pondrás de tu parte para meterme tu lengua.

Yo : Recién entendí, si mi amor te lo prometo.

Nos fuimos a hablar con José y después de explicarle y decirnos que su hermano es tan cachero como él y también sabe guardar secretos, le dijimos qué lo llame y le expliqué si está de acuerdo y si tiene tiempo que venga.

Dijo qué terminaba un trabajo, iba a la casa a bañarse y vendría.

Mientras ellos repitieron todo lo qué hicieron en un inicio, se pusieron a descansar.

Cómo a mí me dieron ganas le expliqué a José y al desnudarme vió mi verga y se sorprendió, explicándole qué ése era uno de los motivos de nuestros problemas.

Antes de echarme sobre ella le pasé mi lengua por encima de su conchita, y de agradecimiento me besó, dándonos luego nuestro respectivo polvo.

En nuestro descanso llegó su hermano de José, qué se llamaba Juan y después de meterle lengua por todos lados a mi mujer, se limitó a meterle la verga por la concha para darse gusto, para luego boca abajo, bien lubricados, comenzar a meterle su verga por el culo a mi  mujer, viéndola sufrir.

Yo le hice señas para qué lo haga más suave por qué aún era virgen.

Bajó la intensidad, pero éso no cambió el sufrimiento de mi ...