-
Relatos eróticos esposos cómplices cap 145
Fecha: 12/12/2024, Categorías: Confesiones Tus Relatos Autor: Chacri, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... servicios de la chica, lo volveremos a tener. Yo : Todo es cuestión de conversar. Me avisas. Llegué a la casa pasando las 9 de la mañana y mi señora bien bañada, estaba en la cocina preparando el desayuno junto con mis hijas, pero se notaba su dificultad al caminar. Me dió una amplia sonrisa y un sonoro beso sentándonos a tomar desayuno. Durante el día no pudimos hablar nada, hasta la noche en nuestro dormitorio. Yo : Amor, qué te ha parecido. Nora : Primero quiero preguntarte. Tú creés qué soy una puta o me he comportado como puta ? Yo : No mi amor, creo qué te has comportado cómo tenía qué ser. Nora : Gracias mi amor. Al inicio estaba asustada, por qué no sabía cómo me iba a tratar y si aguantaría ésa verga. Pero comprendí su desesperación y lo dejé seguir y después cuándo me la metió de golpe, me hizo doler tremendamente por qué sentí que me rompió por dentro. Una vez rota, era cuestión de acostumbrarme y así lo hice, permitiendo qué desfogue en mí, todo ...
... lo qué tenía aguantado, pues para éso vino. Pero a las finales yá no lo hacía para desfogar, sino para disfrutar y al colaborar, yo también disfrutaba. No te molestas mi amor ? Yo : No mi amor, por que yo también estaba disfrutando . Amor, pero en tan corto tiempo me parece imposible qué te haya dado 8 polvos. Nora : Si amor, yo también me sorprendi y siempre con la verga dura. Yo : Amor, quieres qué vuelva otra vez ? Nora : Amor, yo soy tuya y si tú me lo pides lo vuelvo hacer. Nos besamos y le dí dos polvos con mucho cuidado pero por el culo. Yo : Amor, y si te pide el culo Nora : Si yá me ha roto la boca y la concha qué más da qué me rompa el culo. Jajaja Yo ; Su papá se ha animado y quiere venir una noche, lo aceptarías ? Nora : Amor, aún siento en mi cuerpo los estragos de ésa vergota al romperme y no tengo cabeza ni ganas de pensar en algo más grande. Pero tenlo en reserva por qué posiblemente me animé después, al fin son sólo unos centímetros más.