¡el gato!
Fecha: 13/12/2024,
Categorías:
Erotismo y Amor
Tus Relatos
Autor: Saldivar G, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
En una noche de verano, el aire estaba cargado de promesas y el murmullo de la ciudad se desvanecía en un rincón privado. Sofía había pasado semanas imaginando este momento con Juan, su compañero de trabajo que siempre había despertado en ella un deseo incontrolable. Aquella noche, habían decidido dejar atrás las formalidades y disfrutar de una velada en su apartamento. La música suave vibraba en el ambiente mientras se miraban intensamente, como si sus cuerpos ya supieran lo que iba a venir.
Las copas de vino vacías fueron testigos del juego seductor que comenzaron a orquestar. Con cada risa y cada palabra cargada de doble sentido, la tensión crecía hasta volverse palpable. Juan se acercó a Sofía, sus labios rozaron su oreja mientras le susurraba promesas atrevidas que encendieron un fuego dentro de ella. Sin poder contenerse más, Sofía tomó la iniciativa y lo atrajo hacia ella con un ardor inesperado; sus labios finalmente chocaron en un beso intenso y voraz. Mientras exploraban los cuerpos del otro con manos temblorosas pero decididas, Sofía sintió cómo la pasión desbordaba entre ellos. Las prendas fueron cayendo al suelo como hojas marchitas; cada caricia era un nuevo descubrimiento que los acercaba más al clímax deseado. En aquel instante sagrado lleno de gemidos ahogados y risas entrelazadas, dejaron atrás todo lo conocido: existían solo ellos dos entre palpitaciones desenfrenadas.
Sofía sentía cómo su corazón latía con fuerza mientras Juan la miraba ...
... intensamente, el deseo entre ellos palpable. El ambiente estaba impregnado de una mezcla de vino y anticipación, y sus cuerpos parecían gravitar el uno hacia el otro. Cuando finalmente sus labios se encontraron, fue como si encendieran una chispa que los envolvía en llamas.
Sus manos exploraban cada rincón del cuerpo del otro; Sofía acariciaba la espalda de Juan mientras él deslizó sus dedos por su cintura, sintiendo la suavidad de su piel. Con un movimiento decidido, Juan la llevó hacia el sofá y se sentó primero, atrayéndola hacia él. Se acomodó para que ella quedara a horcajadas sobre sus piernas.
Los besos se tornaron más profundos y apasionados. Sofía podía sentir cómo cada roce aumentaba la necesidad que habían estado ocultando por tanto tiempo. Ella comenzó a desabrochar lentamente la camisa de Juan, dejando al descubierto su torso firme; no pudo resistir el impulso de dejar pequeñas marcas con sus labios sobre esa piel deseada.
Juan respondió llevándola más cerca de él, separando las piernas de Sofía para que pudiera sentirse aún más cómoda sobre él. La electricidad entre ellos era innegable; mientras ella movía suavemente las caderas contra él, sintió cómo su erección crecía bajo los pantalones.
Con un movimiento audaz pero juguetón, Sofía se bajó un poco más para rozar esa parte tan sensible del cuerpo masculino con su trasero. Las risas continuaron mezclándose con gemidos ahogados cuando los dos empezaron a perderse en ese juego seductor donde las palabras ya no eran ...