Mi prima es muy inocente - Relatos Eróticos

Mi prima es muy inocente

Desde pequeños somos "muy unidos", aunque sinceramente sólo me llevo bien con ella porque su mamá me compraba regalos buenos, lo malo es que mi tía falleció hace dos años. Actualmente tengo 17 y mi prima es dos años menor. Regularmente se queda en casa porque su papá trabaja todo el día al igual que mis papás, me toca ser su niñero, perderme las fiestas y posibles fajes con compañeras del colegio.

Ese día estaba muy molesto y cachondo porque no me dejaron ir a la fiesta de mi mejor amigo, muchos ya sabíamos que en esas fiestas se coge y bebe gratis, pero, como siempre tuve que quedarme a cuidar de Pao.
Estaba enojado viendo la tele en mi cuarto recostado en la cama en puro boxer cuando escucho que tocan la puerta:
*Pao: ¿Puedo pasar?
*Yo: No, vete.
No me hizo caso e igual entró, aún traía su uniforme del colegio. Cerró la puerta y se acostó conmigo diciendo.
*¿Por qué me odias si yo te quiero tanto primito? Siempre hemos sido buenos amigos. 
Se me pegaba mucho y me abrazaba.
*Eso era cuando estábamos pequeños, ahora es diferente.
Pao hizo cara de puchero y se montó sobre mí abrazándome y llenándome de pequeños besos el rostro. Sus movimientos hicieron que mi pene comenzara a despertar al sentir el roce con mi bulto, estaba sentada justo sobre mi paquete. En ese momento mi mente comenzó a pensar en otras cosas y ella me decía:
*Pao: ¡Yo te quiero mucho, quiero que pasemos tiempo como antes y juguemos mucho!
*Yo: Ya soy más grande y no nos gustan los mismos ...

... juegos, no te van a gustar y no vas a querer.
*Pao: Claro que sí, yo hago todo, pero dime ahora qué te diviertes, si quieres jugamos con tu consola.
Yo no dije nada, la sujeté de las caderas y comencé a mover la pelvis fingiendo que la penetraba suavemente.
*Yo: A mí edad, la relación con las mujeres es diferente que cuando son tan niñas como tú.
*Pao: Poor favoooorr, yo hago lo que tu quieras.
*Yo: a ver si es cierto, quítate la blusa y el sosten y enseñame tus tetas.
Pao se quedó quieta y sorprendida.
*Yo: Ya ves, ya sabía, es que aún eres una niña, vete de mi cuarto y ya no me molestes.
En ese momento Pao se sacó la blusa, desabrochó su brasier, se lo sacó y dejó al aire un par de tetas tan ricas, no eran pequeñas ni tampoco enormes, eran perfectas y bien paraditas. Me dispuse a masajearlas y a chuparlas como bebé hambriento.
*Pao: aaahhh eeeyy mmmm qué me haces, ooouuhh que rico, aaahhh.

Mi pene se puso totalmente erecto y los pezones de Pao super duros. Así estuve buen rato comiendole las tetas y ella gemía muy rico disfrutando. 
A los minutos comencé a frotar mis dedos sobre su vagina, sintiendo como su ropa interior se mojaba, sin dejar de chupar su tetas. Cuando la sentí muy mojada la solté. La hice a un lado para levantarme y me quité el boxer, dejando al aire mi pene bien erecto, la carita de sorpresa de mi prima lo decía todo. Me recosté de nuevo en la cama y la jalé de una mano, la puse a pajearme, era delicioso sentir su mano. Ella también estaba recostada ...