1. Dentro del consultorio (1)


    Fecha: 23/01/2025, Categorías: Tus Relatos Autor: Lolita, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Mi nombre es Lola y tengo 28 años. Trabajo en un hospital y quiero compartir con ustedes un gran secreto.
    Un lunes llegué 8:30 al consultorio. Vestía camisa azul, falda negra ajustada que dejaba ver mis largas piernas y unos tacones altos. Recuerdo que ese día hacía demasiado calor por lo que desprendí un par de botones de mi camisa.
    Me senté en mi silla e hice un repaso de las pacientes de ese día. Las conocía a casi todas, excepto una. María. Me dió curiosidad y busqué en su historial algo de información. 24 años, aparentemente sana y cursando su primer embarazo.
    Eché un vistazo al reloj y comencé la consulta. Todas venían a lo mismo. Era un día monótono. Entraban, hablábamos un poco de como estaban y pasaban a revisión. Me estaba aburriendo hasta que recordé a esta chica nueva. 
    Me levanto de la silla, salgo al pasillo y llamo. Estoy volviendo a mi lugar cuando una voz hace que gire: entra María acompañada de un joven, quien asumí es su pareja. 
    Mis ojos no podían dejar de observarlos. Me parecían bellísimos. 
    Ella era guapísima. No más de 1.60, senos grandes por el embarazo y caderas anchas. Castaña, con una sonrisa dulce y una mirada tímida. 
    Cuando terminé de observarla, dirigí mi mirada hacia él y no pude evitar lo que sentí. 
    Alto de al menos 1.80, pelo oscuro y ojos azules que estudiaban cada centímetro de piel que mi ropa dejaba entrever. Sentí como mi rostro se ruborizaba y mi sexo mojaba. Cruzamos miradas y se mordió el labio. Observé un ligero bulto en ...
    ... su entrepierna que cuando entró no estaba. 
    María carraspeó y nos volvió al momento presente. 
    Se sentaron frente a mí y comenzamos con las típicas preguntas. En todo momento sentía su penetrante mirada observando cada movimiento que realizaba de manera descarada, pero he de admitir que me causaba excitación.
    Terminamos luego de unos minutos y le pedí si podía pasar a la otra sala que debía revisarla. Ella accede por lo que se va dejándonos solos en el consultorio. 
    El aire se volvió muy denso, se sentía la tensión en el ambiente. 
    Comencé a jugar con el bolígrafo, poniéndolo en mi boca y mordiendo suavemente como cada vez que me ponía nerviosa. Había olvidado que estaba acompañada. Al levantar la vista me topé con un par de ojos que no dejaban de observar como introducía ese objeto en mi boca y disfrutaba de jugar con él de un lado a otro usando mi lengua.
    No voy a negar que disfrutaba de su atención. Sentía como mi sexo se iba mojando cada vez más.
    No recuerdo en qué momento Diego se levanta y viene en dirección a mi. Sin mediar palabra quita el bolígrafo de mi boca y lo sustituye con su lengua. Comenzamos a besarnos desenfrenadamente. El silencio de la sala empezó a llenarse con nuestros gemidos y el ruido de objetos que fueron cayendo al suelo. 
    Sus manos recorrieron cada centímetro de mi cuerpo; subió mi falda y dejó mis muslos al descubierto. Con sus hábiles dedos corrió mi tanga y expuso mi coño mojado. Sentí como jugaba con mi clítoris suavemente, recorriendolo ...
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