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Relatos eróticos María 4
Fecha: 23/01/2025, Categorías: Confesiones Tus Relatos Autor: Entregador, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... teníamos a alguien para llevarle, pero él insistió en dejarnos su casa notarialmente. Suegra : Gracias hijita, bien me alegro por tí, yá tendrás casa propia. Yo tenía miedo por qué su hermana quería quedarse con la cada. A nosotras danos unos días y nos vamos. Maria : Bueno, la hermana se quedará con las ganas. Y tú ni mi hermana se van a ir. Ustedes se quedan con nosotros. Hay espacio para todos. Al día siguiente trajimos al notario y a un abogado, le hicieron varias pruebas y preguntas y firmó como pudo y con sus huellas más 2 testigos ( Mi suegra y mi cuñada ) quedó todo consumado. Agradecieron al enfermo quien sonreía al verlos felices. Le dijimos a mi suegra y a mi cuñada se den una vuelta de 3 horas en el siguiente día para qué no estén incómodas ellas, nosotros y el enfermo, por qué vendría una chica. Al día siguiente llegamos y dándole una propina para sus helados salieron dejándonos sólos a esperar a la supuesta chica. Estando sólos entramos al cuarto y pidiéndole discreción acomodé al enfermo para que vea bien el desnudo que estaba haciendo mi señora. Hizo unas señas de aplauso. Luego María se acercó poniéndole una teta en su boca que lamió, después le puso la otra por 10 minutos. En sus ojos se notaba alegría y tristeza a la vez, posiblemente por qué yá sabía su final. Después María se trepó a la cama logrando ponerle la concha en su boca, que lamió sin quererlo dejar. Después de 20 minutos de concha le puso el culo que le ...
... agradó tanto qué salto. Media hora tuvo el culo en su boca que atrevió a morder por varios sitios. Luego lo desnudé y echándolo de frente mostraba una señora verga que a mí me dió miedo. María después de darle un beso en la boca comenzó a acariciarle la verga con sus manitos pequeñas hasta llegar a los huevos gordos que María me mostraba. Después le ví apretarle con todas sus fuerzas el centro de ésa vergota haciéndolo reír. Después María se montó y de a pocos se lo fué metiendo mientras sufría por sus dimensiones y el enfermo sonreía feliz sintiendo el calor interior de María. Llegando al fondo ella con el dolor tuvo que moverse por qué él no podía al no tener piernas. Se movieron los dos gimiendo y después de 3 minutos él dió un gran gemido soltando un montón de leche dentro de su concha y ella con un sólo orgasmo estaba satisfecha por qué vió la desesperación de botar éso que lo tenía inquieto. Descansaron por media hora y lo llevamos a bañarlo junto con María y feliz se dejó cambiar. Le dijimos antes de dormirse mucha discreción y qué vendríamos una vez por semana. Al rato llegó mi suegra y mi cuñada y hablamos. María : Mamá, vendremos una vez por semana, yá hicimos trato con la chica. Ustedes sigan acá, yá nadie les tiene que decir nada por qué ahora nosotros somos los propietarios. En un año vendremos a vivir con ustedes y a ver cómo nos acomodamos, menos mal qué es grande. Nos despedimos y en la casa María me pidió qué la ...