1. Kristen y yo


    Fecha: 19/12/2018, Categorías: Sexo Oral Autor: Blue slifer, Fuente: CuentoRelatos

    ... bóxer hasta la superficie, dejara su rastro también en las delicadas bragas que cubrían su entrepierna. Ella me encantaba, era tan sexy, tan linda… saber que había estado con chicas, que a ella le gustaban también las chicas, lo hacía aún más alucinante y hermoso. Mis manos encontraron desabrocharon su bra, y pude ver al desnudo esos hermoso, pequeños y delicados pechos que tanto me encantaban; -¿qué puede haber en ti, que no desee yo?, ¿qué puedes tener que no me excite al máximo?, susurré suavemente en su oído, tras lo cual ella mordisqueó mi cuello y puso sus manos en mi trasero.
    
    Comencé a bajar mis labios suavemente por su cuello, sus hombros, hasta llegar a sus pechos, pasé suavemente mis manos sobre sus pezones, utilizando la yema de mis dedos para sentir lo duros y erectos que se encontraban. Con mi boca comencé a besárselos, al tiempo que sentía como si mi pene fuera a explotar bajo mi bóxer;-Dios cómo me gustas!!, le dije, mientras seguía besando y succionando de su pezón izquierdo, luego pasé al derecho, pasé mi lengua por su areola, y utilice mis labios para jalar suavemente de su pezón erecto. Mis manos sobaban su trasero, y pasaba mis dedos por los pliegues de sus muslos sobre su trasero que tanto me encantaban. Seguí bajando hasta llegar a su ombligo, enterré mi lengua en él y no dejaba de deleitar mis manos en su alucinante trasero; sin embargo yo quería más, mucho más.
    
    Le di la vuelta y pude seguir bajando mi boca por su espalda, hasta llegar a esa ...
    ... colita hermosa y sexy que tanto había deseado; utilicé mis dientes para sostener esas hermosas bragas negras, y suavemente las impulsé hacía el piso a través de sus piernas. Pasé la punta de mi nariz por sus muslos, y por los sexys pliegues que éstos hacían con sus glúteos, posé mis labios sobre una de sus nalgas, y la besé suavemente, mientras escuchaba como ella solo gemía de placer. Utilicé mis manos para liberar mi pene del aprisionante bóxer que lo atrapaba, y después pude usarlas para separar ligeramente esas hermosas nalgas de par en par, para posar mis labios en la cara interna de sus glúteos. Besé cada rincón, cada centímetro, hasta que pude llegar al precioso regalo que me esperaba en lo más profundo de su cola; su ano se cerraba suavemente, atrapando mis labios de vez en vez, como si de una boca se tratara; ella me estaba besando utilizando su ano. Mi lengua hizo círculos alrededor del precioso agujero, para después penetrarla como si de un delicado falo se tratara. Una y otra vez, metía y sacaba, metía y sacaba, mientras mi mano derecha masturbaba el delicado y erecto clítoris que tenía por delante. En un estrepitante e inesperado movimiento, ella se vino, gritando y gimiendo como loca, dejando mi mano escurriendo de líquido vaginal, y atrapando mi lengua en cada sacudida orgásmica que ella tenía.
    
    Jadeando, aún sin aliento por el intenso orgasmo que había tenido, ella volteó hacía abajo, sonriendo pícaramente, y mordiendo sensualmente el labio inferior de su boca. ...