Gloryhole anal con mi esposa - Relatos Eróticos

Gloryhole anal con mi esposa

Empezaré contando como es mi esposa físicamente, mide 1.60, pechos medianos, culito redondo, delgada, de tez blanca, pezones café claro, cabello largo y negro. Está fantasía yo la tenía desde hace tiempo, el ir a un gloryhole con mi esposa, disfrutar de verla mamar otros pitos, pero ella nunca se convencía. 
Siempre que estabamos cogiendo le decía que que sentiría de mamar otros pitos o de que se la cogieran, ella solo se mojaba más y más hasta llegar al orgasmo ya nublada de tanto placer se acostaba boca arriba con la cabeza colgando de la cama y me decía que le follara la boca y que aunque se ahogara no la sacará y que rica sensación, estar violando su boquita y llenarla hasta la garganta, ella haciendo arcadas pero sin sacarsela y la verdad quería ver cómo le iba con otras vergas, de lo exitado que me ponía me terminaba viniendo y se lo tragaba todo, aún cuando terminaba ella lo limpiaba y se tragaba hasta la última gota de leche. 
Un día fuimos a un bar, ella llevaba un vestido negro corto, lo suficiente para que si se agachaba se le veía la tanga negra, sin brasier pero se le marcaban los pezones por el frío. Ya con el calor de las copas ella me dijo que si quería cumplir mi fantasía, me sorprendió tanto que casi me ahogo con el trago, sin pensarlo dos veces pague la cuenta y nos fuimos en el coche, ella en el camino se iba tocando y gimiendo, llegamos al local donde ya había visto que tenían cabinas. 
Entramos, hablé con recepción, ella se quedó tras de mi por pena, ...

... la dejé que pasará primero y tome unos condones de una pecera en una mesita, compré un antifaz y un collar, junto con unas esposas de peluche para hacer más divertido esto. 
Entramos y había varias habitaciones, entre con ella en una y solo había un sillón en medio con una pantalla de frente donde estaba una película de una rubia que estaba mamando verga hasta que le echaban la leche en sus tetas. 
Ella estaba nerviosa pero se le notaba que tenía ganas por como apretaba las piernas, ella por voluntad propia agarro el collar y se lo puso junto con el antifaz, se dió la vuelta y se alzó el vestido dejándome ver sus nalgas separadas por un hilo negro, le coloque las esposas y le dije que se pusiera de rodillas, ella solo dijo 
-Si papi, hazme lo que quieras 
Cómo me exitaba al escuchar esas palabras, de inmediato me saque la verga y se la metí en la boca, la sujete de la cabeza y empezó el frenesí de mete y saca, que rico se siente, se la dejé adentro un rato hasta que escuché que se ahogaba, luego me di cuenta que ya teníamos a nuestro primer invitado, la alce y le solté las manos, ella seguía con sus ojos tapados, le agarre la mano y se la puse en la verga de aquel tipo, no era muy larga pero si gorda, apenas si la sujetaba con su mano, ella empezó a masturbar y a jadear como perra en celo, le dí un condón y ella ya con la experiencia se lo puso con la boca, empezó a mamar como una perra en celo, no se la sacaba ni un momento, yo empecé a masturbarme al verla pero también ...