Relatos eróticos esposos cómplices cap 155 - Relatos Eróticos

Relatos eróticos esposos cómplices cap 155

CONTINUACIÓN 

Hola soy Richy y con mi esposa Ruby le seguiremos contando lo que iniciamos en el cap anterior 154.

Al despedirse el contador me quedé sentado en el filo de la cama sobándo la cabeza de mi mujer que lloraba desconsoladamente.

Después de media hora se calmó un poco, pudiendo hablar con ella.

Yo : Amor, cómo estás ?

Sollozando se demoró en contestarme.

Ruby : Me duele mucho.

Yo : Déjame revisarte.

No quería abrir las piernas por qué sentía dolor en sus intentos, hasta que poco a poco lo íbamos logrando.

Cuándo abrió lo suficiente tuve que tener paciencia para irle sacando las manos.

Al verle su conchita, yá no se veía tal como era, se le veía un hoyo grande rojo, abultado con hilos de sangre.

Sentí mucha pena ver su hermoso cuerpo destrozado con el tremendo castigo recibido y el dolor que estaría sintiendo.

Traje las medicinas y con agua oxigenada y unos pañitos la aseaba sus partes, sintiendo algo de confort al sentir el agua fresca.

Con mi conciencia afectada, por haberla empujado a tener relaciones con ése vergon para saciar mi deseo animal de quererla ver atravesada por semejante monstruo, le pregunté.

Yo : Amor, cómo te sientes ?

Ruby : Mal mi amor, siento morirme.

Yo : Quieres que te lleve al hospital ?

Ruby : Qué les decimos. Que así me dejó un viejo vergon.

Yo : Pero si te sientes mal, habrá que llevarte.

Ruby : No, que vergüenza. Ellos siempre piensan qué es un abuso sexual.

Yo : Entonces ...

... llamaré al contador.

Yo : Aló señor.

Contador : Dime Richy.

Yo ; Señor, Ruby está mal.

Al contarle, me dijo lo que debía hacer y lo que debía tomar y si para mañana seguía igual que lo llame.

Después de lavarle bien, le unté la crema desinflamante y le di las pastillas contra el dolor y la infección. Sólo me miraba sin hablar hasta que le dió sueño.

La cubrí bien y abrazada la tuve hasta quedarnos dormidos, despertando al día siguiente.

Yo : Amor, cómo estás ?

Ruby : Creo que mejor, por favor llévame al baño.

Al orinar volvió a llorar de dolor, pero al lavarse con agua le refrescó quedando aliviada.

La revisé y su conchita seguía hinchada y roja aún con algunos hilitos de sangre, pero con menos dolor.

Yo : Llamaré al contador.

Yo : Aló señor.

Al contarle me dijo que así era, que la sangre es por los tejidos rotos pero disminuirá así como el dolor y que descanse lunes y martes.

Al decirle a Ruby, comentó.

Ruby ; Qué bueno es.

Yo : Amor, discúlpame, si no te hubiera pedido ésto, no estuvieras así.

Ruby : Amor, no te preocupes eres tan loco y tan caliente como yo. Bueno yá lo vivimos, ahora a superarlo.

Ésos tres días lo pasamos en la cama, comiendo sólo delivery y curandola constantemente hasta verla mejor y hablábamos.

Ruby : Amor, cuando ponía su cabeza en mi concha, sentía que era imposible que mi cuerpo cediera ante ésas dimensiones.

Pero con su fuerza impulsada por su peso, mi rajita cedió, rompiéndo mis pliegues y mis ...