Relatos eróticos esposos cómplices cap 155 - Relatos Eróticos

Relatos eróticos esposos cómplices cap 155

... haciéndola saltar soltando sus orgasmos.

Ruby : Mira amor, se ha metido medía verga a su boca, como hizo ?

Luego Ruby trató de hacer lo mismo, haciéndose daño por tener boca chiquita.

Después en misionero le unto la crema lubricante con sus dedos gordos y el también se puso en la verga.

En éso escuchamos cachetadas en el vídeo y era el contador que le estaba dando fuertes nalgadas a Olga.

Ruby : Por qué le pegó a mi amiga ?

Contador: Ella me lo pide.

El contador colocándole la bola de billar que tiene como cabeza de verga en su conchita que estaba cerradita.

Empujó una y otra vez hasta que logró meter la cabeza volviéndose a salir llorando de dolor.

Esperamos media hora y recuperada el contador en posición, volvió a empujar y en el tercer intento le metió nuevamente la cabeza, mientras ella lloraba y gritaba.

Se mantuvo quieto besándola y de a pocos poniendo fuerza fué empujando entre gritos, gemidos y lágrimas decía : Ahí nomás señor, pero él contador seguía en su cometido, a pesar de la barrera que Ruby ponía con sus manos.

Hasta que se detuvo : Yá Ruby, yá tienes la mitad adentro, ahora espera a que me mueva un poco.

Ruby : Rápido por favor señor.

Olga en el vídeo también se quejaba teniendo toda la verga adentro, pero Ruby yá no miraba, más preocupada estaba en terminar su sufrimiento.

El contador se movió algo más rápido que la vez pasada, tratando de gozar a ...

... mi mujer y vaciarse rápido.

Yo calato a un lado me hacía la tercera paja de la noche en el mismo momento que Pepe se estaba vaciando. 

Vi al contador acelerar sus movimientos besando a Ruby en la boca, hasta qué terminó junto conmigo.

Inmediatamente se salió de ella qué se puso en cucharita sobándose la concha mientras yo le acariciaba su pelo.

A la hora el contador se levantó yéndose a bañar mientras yo veía a Olga disfrutar al contador con sus piernotas en la espalda de él y moviéndose a velocidad hasta que terminaron y él se mantuvo con todo su peso encima de ella por unos minutos.

Aún con dolor abrió las piernas viéndo qué la había dejado igual que la vez anterior.

La curé con sus medicamentos y sin hablar nada dormimos hasta el siguiente día.

Yo : Amor, cómo estás ?

Ruby : Tu cómo me has visto

Yo : Igual qué la vez pasada.

Ruby : Pero ésta vez no me siento tan mal cómo ésa vez.

Yo : Me alegro mi amor. Ahora sólo falta una vez más 

Ruby : Viste a la santurrona cómo cachaba con el gordo.

Yo : Sí mi amor, muy diferente a lo que se comporta en la oficina.

Ruby : Me muero por saber quién es la otra que traerá ésta semana.
Vá a traer otro vídeo y éste es el último que nos dejara ver.

Descansamos y Ruby llamó al contador para pedirle permiso para ella y para mí por dos días.

Contador : Te lo concedo por qué estás colaborando. Cuidense y el miércoles los veo.