1. Me primer encuentro con Toño


    Fecha: 27/01/2025, Categorías: Zoofilia Tus Relatos Autor: AnitaChica, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Hola, mi nombre es Ana, pero me gusta que de cariño me llamen Anita. Soy pequeña, a eokas mido 1,45cm, mi piel es blanca y soy pelirroja. Este relato narra un episodio de mi infancia que me marcó para siempre. 
    
    Eran vísperas de navidad y toda la familia de parte de mi mamá (mis padres eran separados) había organizado una cena familiar en casa de mi tía, por lo que nos alistamos y salimos temprano para llegar a ayudar a mi tía antes de que llegaran los demás invitados. 
    
    Yo era un muchacha joven, a penas terminando la educación básica. En aquel entonces mis tíos tenían un perro de raza Rotwailler, robusto, grande y enérgico, con el cual yo pasaba jugando gran parte del tiempo cada vez que íbamos a la casa. 
    
    Al llegar, mi madre me pidió que la ayude con las compras, por lo que tomando las bolsas me dirigí a la cocina. Salude a mi tía y, justo después de colocar las fundas sobre el mesón, escuché un ladrido a mi lado. Era Toño, venía a saludarme. Feliz, me acerqué y le rasqué tras la oreja, haciendo que su pata de forma involuntaria se moviera, me reí. 
    
    "Si van a jugar pueden ir a la sala o si gustas quédate en mi habitación, cariño" concedió mi tía mientras revisaba lo que habíamos traído, al tiempo que mi madre entraba a la cocina. 
    
    "Anda, mi amor. Tu tía y yo tenemos cosas que hacer. Luego te llamó cuando lleguen tus tíos y primos" añadió mi madre mientras acariciaba mi cabeza. 
    
    "Sí, mami" sin más preámbulos, llamé a Toño para que me siguiera. Estuvimos un ...
    ... rato jugando en la sala, hasta que me dieron ganas de hacer pipí. 
    
    La casa de mi tía era enorme y llena de pasillos que conectaban con diferentes dormitorios y salones, como una biblioteca. El problema era que, al ser tan grande, me daba miedo perderme (típico de una niña), por lo que llevé a Toño conmigo. 
    
    Al llegar a una puerta, casi al final del pasillo, estaba uno de los baños de la casa. Ese era mi favorito, pues al estar tan alejado nadie se acercaba, pues les daba pereza avanzar hasta ese punto. Estaba por decirle al perro que me espere afuera cuando este entró inmediatamente cuando a penas abrí un poco la puerta. Negué, pero lo dejé. Así no me dará miedo, pensé. 
    
    Una vez dentro, Toño se echó sobre el tapete al lado de la bañera. No le presté mayor atención y me dispuse a levantar mi falda y bajarme mi interior. Me senté y procedí a hacer pis. Cuando terminé, me dí cuenta que en el reposa papel no había rollo. Con la mirada busqué donde habían, hasta que vi que estaban en la repisa al lado de la puerta. Cabe aclarar que el baño también era bastante amplio. 
    
    Con dudas de si mojaba el suelo, me terminé de sacar el calzón por si caían gotas de pipí y caminé hacia el estante. Casi no llegaba, por lo que casi no alcanzaba. Toño se paró y camino a mi lado. Supongo que le causaba curiosidad verme de puntitas y quejándome por no lograr agarrar el papel. Suspiré. Volvía intentarlo, pero justo cuando estaba a punto de alcanzarlo una corriente pasó por todo mi cuerpo al ...
«12»