Una reacción inesperada
Fecha: 27/01/2025,
Categorías:
Voyerismo
Tus Relatos
Autor: Némesis, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
...
"Qué bien hueles" susurró en mi oído "esto es lo que querías, no? Tenerme excitado, con ganas de penetrar tu coño" su pene jugaba peligrosamente con mi entrada, sintiendo como su cabeza trataba de entrar.
"Yo, no sé..."
"Sí, sí sabes. Pero tranquila" con su mano libre ubicó su cabeza en la entrada de mi vagina. "Voy a darte lo que buscas" y entonces se hundió dentro de mí de un solo jalón.
Quise gritar, pero tapó mi boca con su mano. Su boca cerca de mi oído, sus dientes comenzando a rozar el lóbulo de mi oreja, u mano fuerte sosteniendo las mías y si pene entrando y saliendo lento pero profundo me tenían sobreestimulada.
"Que rica vagina tienes" dijo mientras seguía con el Vaivén de caderas "tan apretada y dispuesta a ser penetrada. Dónde quedó tu valentía, ah?"
"Marcos, por favor..." pedí.
"Qué es lo que quieres?" dijo excitado.
"Tócame, por favor. Mi coño, tócame" pedí, mientras trataba de empinar más mi culpa contra su pelvis.
"Quieres más? Mira que eres una masoquista. No te basta con mi verga que quieres toso para ti. Qué egoísta" antes de protestar, soltó mis manos, por lo que las apoyé en la pared para estabilizarme. Con una mano sujetaba mi cadera mientras la otra acariciaba mi clítoris.
"Ay, sí. Qué rico. Me gusta. Dame así, más duro. Qué rica verga tienes" estaba en mi extasis, por lo que no fue ...
... sorpresa para mí sentir mi pronto orgasmo causarme espasmos.
"Sí, que rica estás" decía mientras me daba más rápido y más duro. "Este culo" soltó un manotazo que me hizo gemir "debería ser mío, solo mío"
"Dímelo" rogué.
"Qué quieres?" Su mano viajó a mi cuello. Apretando ligeramente.
"Dime que soy tuya y lo seré" giré mi rostro abriendo mi boca. Marcos no tardó en introducir su lengua en mi boca, mientras seguía moviéndose.
"Eres... mía" aseguró.
Sentí como uno de los dedos de su trataba de acariciar mi ano. Eso me estaba llevando al límite, por lo que volví a correrme cuando sentí su dedo dentro de mi culo.
"Sí, soy tuya. Tu putita" dije en un susurró mientras lo sentía tensarse.
"Maldita sea, te voy a abrir ese coño" me giró, sosteniéndome entre sus brazos. Yo parecía un muñeco. No podía moverme. "Me voy a venir" dijo mientras se corría, sin darme tiempo a reparar en que se venía dentro de mí.
Nuestras respiraciones eran erráticas. Sentía mis piernas de gelatina, por lo que le pedí que no me suelte o caería.
En ese momento mi mente hizo clic. Estábamos a la intemperie. Miré al rededor, no había nadie. Vacilé mientras recobraba el aliento.
"Marcos..." traté de hablar.
"Yo, no pude controlarme, perdón" dijo acariciando mi cintura.
"Eso significa qué..." titube.
"Sí, tú ganas" concedió. Yo sonreí.