Mi hija Dorita y se hermana postiza - Relatos Eróticos

Mi hija Dorita y se hermana postiza

Mi hija Dorita y se hermana postiza
(Continuación de leche, leche y leche con mi hija Dorita)

Hola amigos. Aquí estoy de vuelta. He visto que algunas personas se entusiasmaron con el primer relato de esta historia totalmente real que les conté en Leche, Leche y Leche con mi hija Dorita. Soy un privilegiado. Pude tener sexo sin límites con mi hermosa hija, pero gracias a las fantasías de ella les había comentado que podía llegar a tener hasta la enorme fortuna de poder hacer un trio semi-incestuoso con ella y con una amiga de Dora, que como también tenía fantasías incestuosas, se iba a ser pasar por mi hija. Les recomiendo que para que entiendan bien los pormenores de esta historia que es bastante larga, lean primero en esta misma página el relato que les anuncié recién. “Leche, leche y leche con mi hija Dorita” cuenta quienes somos y como se desarrolló la relación incestuosa con mi adorada y preciosa hija.
Les había comentado que soy ingeniero en petróleo y naval y que cada tanto salgo a alta mar en barcos y paso tres o cuatro meses sin ver una mujer. Si a mi regreso no voy a un prostíbulo no tengo sexo porque estoy separado de mi mujer. En ocasiones, he estado seis, siete u ocho meses sin tener sexo. En ese trance estaba cuando Dorita, mi hermosa y amada hija de veintiséis añitos me propuso incestar, a mi, que tengo cuarenta y ocho.
Pero lo mejor de esa primera vez con Dora fue la promesa post-coito. Me dijo que ella tenía sexo con una amiga y que se habían hecho ...

... pasar por hermanas porque su amiga tenía también la misma fantasía incestuosa. Habíamos quedado que un viernes (los días que Dora venía a mi departamento) vendría con su amiga Florencia, profesora de educación física como Dorita y de la misma edad para poder practicar un trio incestuoso: papá y sus dos hijitas. 
Mi cabeza volaba, pero el deber llama. La compañía de logística naviera me llamó para hacer un trabajo urgente en la Isla Martín García y entonces ese viernes debí posponer la fiesta sexual. Si bien el trabajo duró un par de días y el sábado a la noche ya estaba en Buenos Aires, la agenda de Dorita y Florencia no coincidía con la mía. Después de eso, debí ya embarcarme para un trabajo largo, de dos meses, recorriendo algunos puertos de la Patagonia austral. 
Pero volví hace poco y desde la semana pasada estoy gozando de una pequeña licencia. Dorita y Florencia viajaron juntas de vacaciones al Uruguay, pero un cruce de wasap precipitó un encuentro intimo con mis dos hijas. Me invitaron a pasar un par de días con ellas en una casita que alquilaron en las playas de Cabo Polonio, en el Uruguay. Me fui de Buenos Aires a Montevideo en barco y de allí tomé un micro que me llevaría a reencontrarme con mis hijas. 
Llegué y Dorita me fue a esperar a la terminal de ómnibus junto a Florencia, a la que conocía por fotos. Pero su presencia imponente me deslumbró en persona mucho mas que en imágenes virtuales. Si por el celular parecía una linda chica, en persona, era un despelote. A ...