Alura (Mis vacaciones en Cancún conociendo a mis dos nuevos amigos Negros) - Relatos Eróticos

Alura (Mis vacaciones en Cancún conociendo a mis dos nuevos amigos Negros)

... preguntaba a mi misma por qué llamaba tanto la atención de los hombres sin ser una mujer tan espectacular, sería mi sex appeal o que era muy muy fácil, eso me pasaba por la cabeza, pero por ahora no quise seguir pensando en ello y me dejé llevar y hacer lo que quisieran esos americanos negros conmigo, me ponían en varias posiciones, intercambiaban de agujeros pero aquella noche se estaban dando un festín conmigo, hasta que les dije, Now I wanna feel both black cocks filling my horny pussy y fue así como tuve una deliciosa doble penetración vaginal, estaba poseída que empecé a morder sus musculosos brazos y pectorales y a gemir y gritar como una perra, como una zorra, era una loba que aullaba, seguro que para ese momento ya más de un huésped habría escuchado lo que estaba pasando en esa habitación, y no me importaba, sólo quería quedar totalmente rendida, sentir que esa fornicada que me estaban dando aquellos negros fuera la terapia y la cura para mí apetito sexual insaciable, esperaba que esa ocasión fuera la magna ocasión para ya no ser infiel en mi vida, pero estaba equivocada, en ese entonces no sabía o no quería creer, pero era el detonante para buscar ...

... aún más y nuevas experiencias. Llevábamos mucho tiempo cogiendo, al menos si más de una hora y media, hasta que por fin empezaron a jadear y yo a tener ya mi inúmerable orgasmo, intentaron salirse de mi vagina antes de descargarse, pero yo lo impedí, diciéndoles, no, no, quiero su leche en mi útero, llénenme con su semilla negra, quiero sentirla adentro, ufff que rico sentir todas sus descargas mezcladas y dentro de mi, recordé aquella vez que mis amigos del gym se vinieron en mi vagina, y ahora este par de portentos expécimenes de machos negros americanos.  Yo sólo les dije, muchas gracias chicos la pasé increíble, como nunca, pero tengo que irme con mi esposo, me vestí, me pidieron mi número y yo se los escribí con mí labial en el espejo de esa habitación. Me retiré, ví a mi esposo que estaba durmiendo en la cama, sólo lo volteé a ver y le dije muchas gracias por este viaje que jamás olvidaré y me metí a la cama, acurrucandome con el y  me quedé dormida a su lado.
Bueno eso es todo mi relato, espero que les haya gustado. En mi siguiente relato les contaré la vez que conocí a un trió de jóvenes y me convertí oficialmente en una milf, espérenlo pronto. Besitos