Mi amigo, nuestro amigo y mi debilidad - Relatos Eróticos

Mi amigo, nuestro amigo y mi debilidad

... caliente a la vez. Mis pensamientos van y vienen, pero mi cola se calienta más.
Está bien le digo, pero de aquí nada sale y menos a Erick.
Me retiro la sudadera y después el pants.
Te ves hermosa, y sin darme tiempo se acerca a mi y toca mi culo.
Juega con mi ropa y aprovecha para tocarme la entrepierna.
No pude resistir más, así que me deje tocar por El.
Yo ya estaba bien caliente, aproveche para quitarle el pantalón.
Termine de desvestirlo y observé su verga, más grande que la de Erick, su cabeza brillaba y sus venas la hacían ver como si fuera a explotar.
Me agache y pude olerla, para después meterla en mi boca, probando cada cm de su polla, trague toda esa verga hasta sentir que mi garganta no podía más, Juan solo bufaba.
Me saque de la boca ese manjar, pues casi estaba por explotar. Le pedí que me siguiera, al llegar al cuarto me tendi boca abajo, solo para que viera mi culo en todo su esplendor.
Juan me tomo por la cintura y poniéndome en cuatro, metió un par de dedos en mi culo, yo ya no tenía manera de decir que no. Mi cola ardía por dentro y necesitaba ...

... esa verga dentro. Juan se dió cuenta de lo exitado que estaba, así que sin dudarlo puso su verga en la entrada de la gloria y empujó con todas su fuerzas.
Sentí como si me estuviera partiendo en dos, pero era rico, sentí como entro toda, sentí como me apretaba de la cintura para evitar que yo escapará. 
No la saques...por favor. Gemi entre dientes.
Era un dolor placentero. Sentir esa verga hasta dentro y su cuerpo completamente pegado al mío.
Tan pronto como comenzó a darme con todo, un chorro de leche salió de mi verga flácida, Juan me cogía y me masturbaba, yo estaba fuera de este mundo y al momento sentí como comenzó a descargar toda su leche en mi culo.
En un último esfuerzo, metió toda su verga hasta el fondo y mientras el lanzaba sus últimos chorros, mis piernas temblaban y mi culo palpitaba.
Cuando la verga de Juan salió de mi culo, una sensación de vacío quedo en mi. Solo sentí, como su leche escurría, untandola por todas mis nalgas.
Mientras Juan iba al baño, yo pensaba que era tiempo de que Erick me compartiera, pero solo estando los tres al mismo tiempo.