Retiro espiritual 1: orgia en la playa - Relatos Eróticos

Retiro espiritual 1: orgia en la playa

... tenía, después de todo hace apenas unos minutos se había cogido tanto a mi amiga cómo a esa misma mujer casada por casi una hora, y todo parecía qué iban a seguir cogiendo por más tiempo. 
Cuándo estaba por irme noté que alguien estaba sentado a unos centímetros de la casada, al prestar más atención vi qué era el esposo. Parecía qué había regresado a recuperarla . 
Por la distancia no era capaz de escuchar que decían a detalle, sólo notaba por sus expresiones cómo el le rogaba por algo mientras ella no dejaba de recibir la verga del chaman. 
Por los movimientos qué hacían supe qué estaban por venirse, y por supuesto fue dentro de la casada sin usar condon. En ese momento ella se levantó y comenzó a decirle varias cosas a su esposo. Este negaba con la cabeza una y otra vez la propuesta de su esposa. 
Ahí la esposa de sentó junto a su esposo, y enfrente de ellos el chaman. Ella con la verga de chaman en la mano no dejaba de dirigirla hacia su marido, entendí qué quería qué se la mamara al chaman como ella lo había hecho. 
Pensé qué se negaría, pero vi cómo termino accediendo aunque se detenía a cada instante para protestar. 
Pronto ...

... volvieron a cambiar de posición, la mujer se tiro boca abajo, y su esposo la comenzó a coger de a misionero. Pensé qué era su "reconciliación", pero vi cómo el chaman se ponía detrás de el. Y así lo penetro de repente, fue tan rápido qué el grito qué soltó se debía de haber escuchado por toda la playa. 
Pude ver cómo entré más se lo cogia el chaman, su rostro cambiaba más de dolor a placer. Asumo qué en ese momento comprendió del porque se dejó coger su esposa, todo lo qué vi esa noche me calentó bastante. Pude ver como se turno para cogerlos a los dos en varias posiciones. 
Al terminar vi cómo se levantó y camino hacia dónde yo estaba. Al estar frente a frente tomó mi rostro e hizo el movimiento de llevar mi cara a su verga. No me resiste y se la comencé a mamar, sabía algo curioso después de todos era la mezcla de todo qué se había cogido ese día. Al terminar de chuparsela sonrió, y se fue sin decir nada más. 
Así terminó mi primer día ahí. El segundo y tercer día no pasó nada relevante, solo pude ver qué el chaman se seguía cogiendo a la pareja (más a la esposa). Lo interesante comenzó al tercer día pero eso lo contaré en el siguiente relato.