Relatos eróticos esposos cómplices cap 161 - Relatos Eróticos

Relatos eróticos esposos cómplices cap 161

... agitado haciéndose la paja y por primera vez le ví su verga 15 x 3 y la tenía bien dura y la zamaqueaba con furia, hasta qué después de 4 minutos salieron volando sus chorros de leche por los aires, quedándose extenuado.

En silencio me fui a mi cocina, viéndolo al rato salir silbando yéndose a bañar y dándome una palmada en el poto me dijo. Cómo te gozará tu marido. Anda a bañarte viejo pajero, le decía.

Pero él normal, seguía con su vida y cuándo pasaba atrás mío me pegaba su paquete duro y yo con el poto lo empujaba y se iba riendo.

Con mi esposo tenemos muchas fantasías en la cama y siempre estamos pendientes de realizar alguna y al contarle de la paja de papá, lo incluimos en nuestra fantasía.

Mi marido, yo y sus amigos tratamos de emparejarlo con alguna mujer, pero por más esfuerzo que hicimos nunca lo conseguimos, diciéndo que nunca tendría otra mujer por respeto a su esposa. Pero yo lo veía en su cuarto haciéndose la paja cada vez más desesperado.

Un día martes regresamos con mi esposo de un bautizo temprano y como tomamos vino estábamos calientes y viendo que no había nadie en la casa, nos desnudamos haciendo un 69 de inicio y luego, yo me monte encima de él y mientras lo galopaba escuché la voz de mi papá.

Papá ; Provecho.

Y se fué a su cuarto. Nos quedamos congelados en ésa posición mirándonos a la cara roja de calentura y de vergüenza y mi esposo me dice.

Roberto : Lo invitamos  ?

Yo ; No sé amor, es mi papá y si se molesta ? 

Roberto ...

... ; No creo amor, él siempre está arrecho.

Yo : Prueba pues, pero yo no quiero verle la cara.

Roberto ; No te preocupes, quédate como estás, para más el culo y muévete.

Con voz fuerte llamó a mi papá que demoró y con el segundo llamado llegó diciendo. 

Papá : Para qué soy bueno ?

Roberto : Suegro, ayúdeme a tapar ése segundo hueco. 

Papá : Horita hijo.

Mientras se desnudaba yo miraba feo a mi esposo, por qué me lo iba meter por el poto, qué si bien lo he probado pero nunca dos a la vez.

Sentí la mano de mi papá apoyarse en mi espalda, dándome un escalofrío y luego siento que con la otra mano me echaba saliva en mi ano.

Al sentir la punta de su cabeza dura tratar de hacerse camino, dí un grito apagado, a lo que mi papá me dijo : tranquila hijita, relajate y no sentirás dolor sino placer.

Metió la cabeza agarrándome por los hombros y le besé las manos agradeciéndole en alguna forma, ser la mujer elegida por él para dejar su leche

Mientras me lo metía, el dolor iba siendo más agudo, pero no podía gritar como quería, por los vecinos y mejor pensaba en sentirme mi mamá, aguantando la verga que le pertenecía.

Él seguía metiendo y yo seguía pensando, que para su edad la tiene tan dura como la de mi marido y eran de edades muy diferentes, pero tenian  las mismas dimensiones.

Ya lo sentía casi todo y rogaba qué no se moviera cómo cuándo se hace la paja, por qué con el movimiento de mi marido que también es otro salvaje me iban a matar.

Hasta que ...