Retiro espiritual 2: trío con una pareja madura - Relatos Eróticos

Retiro espiritual 2: trío con una pareja madura

En ésta segunda parte se podría decir qué los temas serán tríos, sexo con maduros y sexo anal. 
Ahora si. Cómo comente previamente en mi relato anterior, los siguientes dos días del retiro fueron prácticamente iguales, ya qué el chaman se continuó cogiendo a esa mujer casada en cada ocasión qué pudo. Si bien el primer día había sido interesante de ver, y un poco de participar. No fue más qué repetir lo mismo por 3 días, así qué el cuarto día decidí no acompañar a mi amiga al toque de tambores y mejor pasear por la playa. Esperando cosas más interesantes. 
Estuve desde la puesta del sol hasta casi las nueve de la noche caminando, pudiendo observar varios actos sexuales a lo largo del retiro. Pero en cada uno eran los "chamanes" los qué tenían el total control de cada situación, yo soló pensaba qué esto más qué retiró espiritual solo era una excusa para poder darle gusto a sus bajos instintos sin qué nadie los juzgará, ya qué después de todo era por "espíritualidad". 
Al ver qué todo era lo mismo opté por mejor irme a sentar cerca de la playa, para mínimo tener una buena vista. Me quede ahí cercas de una hora, soló escuchaba los gemidos a lo lejos. Fue en estos momentos qué vi pasear cercas de mi a una pareja, pasaron varias veces cómo queriendo llamar la atención. Así fue hasta qué tomaron la iniciativa y se acercaron a charlar. Ahí lo primero qué note fue su diferencia de esas en comparación conmigo, ya qué la mujer debería de rondar los cuarentas mientras qué el hombre ...

... debería de andar en sus sesentas o incluso más grande. 
En un inicio la plática fue más típica, preguntando cosas del retiro o más generales, pero poco a poco comenzaron más pícaros. Preguntando si era alguna vez había hecho un trío o demás cosas morbosas. 
Así fue hasta qué fueron aún más directos preguntándome el señor si podría lamer sus testículos, para eso el cubría su pené con sus manos dejando solo visible sus peludas bolas. La esposa no hacía más que animarme a lamer los testículos de su esposo, diciéndome que le sabían ricos y demás cosas favorables. 
A mi se me hacia bastante peculiar lo qué me pedían, ya qué soló me estaban ofreciendo las bolas del esposo. Hubo una pequeña pausa en la que la mujer sobo por varios segundos los testículos de su esposo, para después oler su mano, y decir lo mucho qué le encantaba ese olor. 
Todo la situación me había comenzado a calentar, así qué finalmente comencé a degustar de esos testículos maduros. El sabor me estaba gustando, si bien no era la primera verga qué chupaba si era la primera vez qué me decían con tanto esmero que me enfocara en una zona. 
Por mi lengua en sus testículos, pronto comenzó a tener una ereccion, qué ya no pudo ocultar más con sus manos. Al qué su amable esposa optó por ocultarla en su boca. Me llamaba la atención el cómo querían ocultar su pené, ya qué desdé mi perspectiva y lo qué pude ver era obvio qué tenía buena verga, se le notaba gruesa más no muy larga. Me calme pensando qué no era más que un ...