Retiro espiritual 2: trío con una pareja madura - Relatos Eróticos

Retiro espiritual 2: trío con una pareja madura

... juego entre parejas. 
Todo esto continuó hasta qué logramos qué el se viniera, venida qué la esposa tomó con bastante gusto. Ahí nos tomamos un pequeño descanso, no por mi si no qué el señor por sus años ocupaba tiempo para recuperarse. 
En esos momentos quien retomo la iniciativa fue la mujer, preguntándome si alguna vez había chupado un ano. Mi respuesta al ser afirmativa soló hizo qué me ofreciera lamer el suyo. 
Me senté en la arena, y ella encima de mi. Al abrir sus nalgas noté dos cosas de inmediato. Primero qué su ano era de un hermoso color marrón, y lo segundo qué minino había ido al baño una vez. Si leyeron mis relatos en mi etapa de prepa sabrán que este tipo de cosas no me disgustan, así qué comencé a pasar mi lengua por cada pliegue anal sin dejar ni un solo lugar por cubrir. 
Aquí pasó la segunda cosa qué llamo mi atención, ya qué al intentar meter mis dedos por su vagina. Ella amablemente me quitaba la mano, pero cuándo intente hacer lo mismo por su ano, se dejó hacer sin la más mínima protesta. 
Al cabo de unos minutos en los qué estuve intercambiando entre dedos y mi lengua para satisfacer ese rico ano color marrón. No pude aguantar más, y le pedí cogerla. Al qué de nuevo su respuesta me llamo la atención diciendo qué si pero que solo por el ano. 
Ésto me éxito, así qué sin perder tiempo comencé a cogerla. En un principio lentamente, pero ella insistía en qué le diera duro. Yo dudas ya qué no estábamos usando ningún lubricante más haya de mi saliva, ...

... pero ante su incistencia le comencé a dar más intenso y duro. 
Su respiración se volvió más pesada, y pronto comenzaron a sonar sus gemidos. Yo no hacía nada más qué cogerla intensamente, con unas mínimas paradas para ver el estado de su ano el cuál obviamente se encontraba sangrando. Si bien le comenté esto ella solo gritaba qué no perdiera el tiempo y la siguiera cogiendo. 
Mientras todo ésto pasaba el señor se había comenzado a masturbar recuperando su ereccion, y acercándose lentamente hacia nosotros. Al verlo tan cercas, tome a su esposa de las piernas y la levante dejando su vagina expuesta. Note qué a ambos les encantó qué hiciera esto, ya qué ella comemos a gemír y su esposo corrió a metersela cómo desesperado. Así logramos una perfecta doble penetracion, la cogimos en esa posición hasta rellenarla varias veces. 
Cuándo terminamos de nuevo comenzamos a hablar, entre esos temas les comente mis inquietudes sobre sus límites. Ahí me comenzaron a contar qué tenían un matrimonio abierto con varias reglas, entre ellas era qué ella solo podía coger por el culo con otros, y que su vagina era de uso exclusivo para el. También qué todo aquel qué se quisiera coger a su esposa primero le tendría qué chupar los huevos, ésto en un principio fue para sentirse más hombre pero que con los años se volvió en algo qué le encantaba hacer. 
Continuamos hablando, pero de nuevo me volví a sentir caliente comenzado a tener una ereccion. En ese momento a manera de broma la mujer comenzó a ...