Le guardé el secreto pero tuvo que dar algo a cambio (capitulo 4) - Relatos Eróticos

Le guardé el secreto pero tuvo que dar algo a cambio (capitulo 4)

... que necesito para quitarme toda esa tensión que tengo en el cuerpo.. ¡ ¿ Paul dime la verdad, en  serio sabes dar masajes o estás bromeando.. ? 

Era el momento que tanto estaba esperando y le dije que se pusiera cómoda y mis manos empezaron en sus hombros, realmente estaba muy tensionada tenía rigidez en su cuello y hombros, empecé a masajear todo el cuello y cuando sentí que poco a poco iba perdiendo rigidez seguí en sus hombros y luego la espalda, otra vez estaba empalmado pero seguía dándole masajes y de a pocos ella se iba calentando, su respiración se hizo más rápida y de vez en cuando soltaba un gemido. Momento que aproveche para tocarle sus pechos y luego sus grandes glúteos. 

-! Ayy. con tu masaje me quitaste el estrés y hecho que me excite. ayy ¡

Ahora le besaba toda la vulva y abría sus nalgas con mi mano masajeaba su vagina y el ano, era el momento ya de disfrutar de su rico asterisco marrón y le comía todo el culo a la mujer de mi tío Alejandro haciéndo que gritara y gimiera de placer con lo que le hacía en su enorme trasero.