Claudito y su tío Roque (5)
Fecha: 21/12/2018,
Categorías:
Gays
Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos
Luego de disfrutar de una larga y placentera masturbación en el baño y descargar así toda la tensión sexual acumulada, Claudito volvió a la habitación de Roque, donde su tío y Sara conversaban ya repuestos del trajín amatorio.
-Mamá, ¿puedo acostarme otra vez? Estoy un poco cansado.
-Sí, hijo, andá nomás. Es bueno que estés descansado para esta noche por si queremos volver a usarte.
-Gracias, mamá, hasta luego, hasta luego, tío…
-Hasta luego, lindo… respondió el hombre y cuando el chico abandonó el cuarto él y Sara terminaron de ultimar los detalles para la visita de esa noche.
-Oíme, Sara, estos amigos van a venir a las diez; yo sugiero que cenemos a eso de las ocho para que la orgía no nos agarre en plana digestión.
-Me parece bien, Roque, y ahora llevame a recorrer la ciudad que quiero empezar a conocerla.
Pasearon en el auto de Roque, se detuvieron en un bar a beber una cerveza y al regresar después de dos horas Claudito estaba en el living tomando un café con leche. Vestía el pantalón blanco ceñido, una chomba celeste y estaba descalzo.
-Hoy vamos a cenar temprano, hijo, así que no comas nada ahora. –le dijo su madre.
-No, mamá, no comí nada. Sólo estoy con este café con leche.
-Muy bien, Claudito, y ahora andá a tu cuarto, quitate la ropa y volvé. Me estoy haciendo adicto a tu desnudez… -acotó el tío Roque.
El chico regresó desnudo (le había empezado a gustar exhibirse así ante su tío) y los tres se pusieron a ver televisión; ...
... Claudito en el sofá junto a Roque, que se lo pasó manoseándolo y besándolo.
Cenaron a las ocho y después, por orden su madre, el chico se dio una ducha con lavado de cabello incluido y se sentaron nuevamente frente al televisor hasta que por fin dieron las diez de la noche. El timbre sonó puntualmente y Claudito, en un acto instintivo, quiso salir corriendo del living, pero su madre lo detuvo con un grito:
-¡VENÍ PARA ACÁ!
-Pero mamá, es que…
-¡Es que nada! Quedate ahí paradito y quieto, ¿oíste?
-S… sí, mamá… murmuró el chico rogando que el timbre no significara una visita.
Segundos después Roque ingresaba al living precediendo a sus dos amigos. Ambos, al ver a Claudito, clavaron en él sendas miradas entre asombradas y ardientes.
Sara se adelantó hacia ellos y se presentó:
-Encantada, señores, soy Sara, la madre de Claudito.
Los tres se saludaron con besos en las mejillas mientras el chico permanecía con los ojos fijos en el suelo, ganado por la vergüenza.
-La felicito por un hijo tan lindo, señora. –la halagó Alcides con los ojos puestos otra vez en el atribulado jovencito.
-Te quedaste corto, che, no es lindo, es hermoso… acotó Héctor.
-Claudito, vení y saludá a los señores, que son amigos del tío Roque. –le ordenó su madre y tras una leve vacilación el chico se acercó a ambos hombres y les ofreció la mejilla, que ambos besaron calurosamente.
-Bien, señores, ¿ustedes vinieron a hablar? –preguntó Sara como recurso para pasar a la ...