Mi hijo me enseñó nuevos placeres - Relatos Eróticos

Mi hijo me enseñó nuevos placeres

Lo que cuento inicio hace algunos años.
Soy padre y me divorcié cuando mi hijo terminaba la secundaria, es mi adoración, somos de una ciudad del sur del país y cuando llegó el momento de que entrará a la universidad se presentó la oportunidad de que estudiará en CDMX.
Lo instalé en un pequeño departamento para que estuviera lo mejor posible.
Mi hijo se puso muy contento porque experimentaría independencia pero sobre todo por  alejarse de un convivencia digamos tóxica por la forma de ser y pensar de su familia materna.
Yo siempre tuve claro como es mi hijo y sin que lo dijera sabía de su preferencia, sabía que lucharia por alcanzar sus metas y ser feliz.
Así pasó en tiempo y era muy feliz cuando venía en las vacaciones a visitarme.
En una ocasión resulta que me invitan a una boda en CDMX y me comunico con mi hijo para decirle que iría por unos días, mi plan era hospedarme en algún hotel cerca del departamento para poder verlo sin causarle molestias porque no quería invadir su espacio.
A mí hijo le pareció absurdo el plan y quería que me quedara con él así que llegó la fecha y llegué un jueves por la mañana. Cómo el estaba en la universidad y además colaboraba en las tardes en el despacho de un profesor lo vería hasta el atardecer, tenía llave del departamento así que sin problema me instale, descanse un poco y después al revisar mis cosas ví que tenía que limpiar y lustrar los zapatos que utilizaría para la boda, aquí es donde iniciaría lo que nunca imaginé.
Le mandé ...

... un mensaje preguntando si tenía lo necesario para que pudiera bolear mi calzado, en el mensaje de respuesta me explica dónde están las cosas y que en el closet se encuentra una esponja para darles más brillo. Al buscar no encuentro la esponja y entonces abrí un par de cajones,  en uno de ellos encuentro un dildo, un plug y otro juguete en forma de huevo.
Imaginé a mi hijo usandolos y me puse a pensar en lo que se sentiría usarlos. Me preguntaba que tanto placer se podría experimentar y toda la tarde me la pasé con eso en la cabeza. 
Llegó mi hijo, nos fuimos a cenar y charlamos un buen rato al regresar para ya dormir mi idea era quedarme en el sillón porque obviamente solo hay una cama, él me dijo que los dos dormiríamos en la cama, que era lo suficientemente grande.
Al ser de una ciudad muy calurosa yo duermo desnudo y no llevaba pijama a lo cual mi hijo dijo no ver ningún problema así que solo en truza me metí a la cama y él lo hizo de la misma forma. Acostados me abrazó y colocó su cabeza en mi pecho yo lo abrace y me expresó lo contento que estaba por yo estar ahí.
Seguimos platicando un rato más pero en mi cabeza seguía la idea de los juguetes, en un impulso le comenté que sin querer los había visto, mi niño se quedó mudo.
Entonces me solté diciéndole lo mucho que lo amo, que yo lo entendía y apoyaba en todos los aspectos de su vida y que podía tener toda la confianza de que lucharia junto a él para que fuera feliz.
Después de unas lágrima por parte de los dos sentí ...