Relatos eróticos esposos cómplices cap 168 - Relatos Eróticos

Relatos eróticos esposos cómplices cap 168

Hola amigos, me llamo Wendy con 30 años de edad, tez blanca, 1.55 de altura, 50 kgs de peso, con ojos y pelo largo negro, me encargo de mi casa, voy al gimnasio interdiario y soy muy cachonda por éso leo relatos eróticos.

Soy casada con Pepe también de mi edad, de tez blanca, 1.75 de altura , 80 kgs de peso, ojos y pelo negro, juega fútbol los fines de semana y lo induje a leer los mismos relatos para calientes reventar la cama.

Lo que les voy a contar sucedió hace 3 años y lo repetimos una vez al mes, con algún chico o chica intercalado por su trabajo, el costo y molestando para encargar a mi hijita de 2 añitos.

Nos casamos a los 25 años, viviendo en casa de mis padres, hasta mejorar nuestra economía, y por ser casa chiquita, con mis padres y 3 hermanos teníamos que ser cuidadosos por nuestros gritos, gemidos y nalgadas que a veces les escuchamos a mis padres.

Entonces qué hacíamos. Los fines de semana, con nuestros buenos relatos leídos y calentones, nos íbamos a las reuniones terminando en un hotel, para darnos un gran, rico y fenomenal polvo diferente a los rutinarios de la casa.

De suerte que mis padres son extrovertidos igual que nosotros y sólo nos decían " Diviértanse chicos, por qué cuándo llegue mi nieta, van a tener que estar pendientes de ella ".

Todo funcionaba normal y como nos acomodaba, tanto que a veces, no cachamos toda la semana, esperando el viernes o el sábado para dar rienda suelta a nuestras más bajas pasiones.

Pero llegó ...

... una noche en qué no sé, si fué el trago o la mayor calentura de uno de nosotros o sólo fué el destino.

Sucedió que embriagados salimos de la fiesta, yéndonos a un hostal qué yá habíamos ido antes y a ésa hora siempre están 2 empleados jóvenes, uno atiende la recepción y el otro se encarga de los cuartos.

Éste último, después de haber sido registrarnos por el recepcionista, me ayudó a llevar a mi marido al cuarto asignado, depositandolo en la cama y retirándose con una sonrisa pícara de jovencito guapo de 18 años.

Desperté a mi marido con unas mamadas de verga, intentando se le ponga dura y recupere la ecuanimidad   para pasar una más, de nuestras locas noches de sexo brutal semanal.

Logró hacerlo cerca de las 5 de la mañana y poniéndome en posición de misionero me pedía disculpas y metiéndome su verga no tan dura como siempre, se movió  terminando cuando yo recién estaba por empezar.

Dándose cuenta de lo que había hecho sólo me pedía disculpas echándose a un lado mío.

Yo : Amor, y ahora yo que hago ?

Pepe : Disculpa amor, no sé que me pasó.

Yo : Te dije que no tomarás tanto. He esperado toda la semana para nuestra noche loca y mira cómo me dejas, ahora tendré que esperar otra semana más. Te gustaría qué me busque a otro hombre en éstos momentos por tu torpeza ?

Pepe : Discúlpame amor.....

Sólo me quedaba ante su estado y la hora que vencía para dejar el hostal y llegar a casa antes que despierten los vecinos que todo lo ven mal hacer lo más ...