El helado Chupi - Relatos Eróticos

El helado Chupi

Un helado Chupi Que tal amigos lectores, me llamo Luis y les saludo desde Guárico – Venezuela, las historia a continuación se sitúa hace ya algunos años, tenía entonces 16 o 17 años con un vecino llamado Jhosep, un chico de 20 años, estatura promedio, ojos claros y cabello corto, su cuerpo en general lucia bien ejercitado pero sin exagerar, esto supongo que por sus constantes juegos de pelotas con los demás vecinos o como le llamamos aquí en Venezuela, Caimaneras (Juego de Béisbol), cosa que hacia todas las tardes. Mi relación con él era bastante normal, es decir, teníamos un trato cordial y en ocasiones nos sentábamos en la esquina de mi casa a conversar trivialidades y que otras tantas tonterías, sin embargo había ocasiones en las que él me molestaba pero sin extralimitarse, cuando estaba reunido con sus amigos de las caimaneras pues me hacían cierto tipo de comentarios alusivos a mi homosexualidad, palabras que yo procuraba ignorar ya que siempre he tratado de ser discreto y no ando pregonando por todos lados mis preferencias sexuales, en fin manteníamos la distancia en ese sentido, aunque la verdad para mi sus comentarios no pasaban del todo desapercibidos; no obstante también caía en cuenta que solo eran palabras sin fundamento alguno y lo hacía por molestar así que sencillamente me calmaba y anulaba cualquier posibilidad en mi mente. Jhosep es un chamo de estos alegres y que socializan con todo el mundo, a sus 20 años era normal verlo enamorar a las muchachas del ...

... barrio, y andar bromeando por la calle con los demás vecinos, yo solía disfrutar verlo sin camisa, ya que su cuerpo delgado pero hermosamente definido me hacían volar a la imaginación y más aún cuando observaba su entrepierna que denotaba un muy buen paquete, el cual soñaba con ver, oler y más que nada saborear y sentir. Fue una tarde cualquiera, estaba yo como otras veces sentado en la esquina de mi casa, simplemente observando pasar a la gente, cuando de la nada aparece Jhosep disfrutando de un helado Chupi (así les llaman acá a los helados alargados de varios sabores, creo que en otros lugares les llaman paletas) se sentó a mi lado y luego de saludarnos comenzamos a conversar de la cotidianidad típica de cada uno, de tanto en tanto yo observaba detalladamente como saboreaba el helado y recuerdo claramente tener una erección mientras lo veía, imaginaba mil cosas y supongo que fui bastante indiscreto porque hubo un instante en que me ofreció helado chupi y los solo le mire y luego como dudando le dije no gracias, ese no me gusta. Sentí vergüenza jajaja, fue para mí realmente incomodo que él pensara que quería helado aunque obviamente por la forma en que lo miraba eso le debió parecer, es entonces cuando él me dice: Joshep: Ah ok, bueno y como es que le gusta el helado al señorito?! En un tono algo sarcástico y así como quien no quiere la cosa, le digo Yo: bueno, me gustan durito, grueso y de chocolate Jhosep: mmm ok, bueno pero te puedo brindar uno si tú quieres, solo que tienes ...