El helado Chupi - Relatos Eróticos

El helado Chupi

... mapa, acerque un poco mi rostro y alcance el área de su ombligo, fue un momento único el que viví en ese instante, mis manos subieron por detrás de sus muslos hasta llegar a sus nalgas, las cuales apreté con fuerza pero sin ser brusco una y otra vez mientras olía y besaba con delicadeza todo su abdomen hasta quedarme sin aire, lo abrase fuerte, sentí su hombría, su pene lo sentí grande, grueso, caliente, olía a limpio, olía a hombre… Lo abrace por algunos minutos, no quería salir de esa posición pues disfrutaba sentirlo así de cerca, el comenzó a acariciar mis brazos, mi cuello, y a jugar con mi cabello, para luego decirme: -No vas a probar tu chupi?- se agacho hasta llegar a mis labios y me dio un beso suave y húmedo como el anterior, el cual recibí con ternura… -anda, pruébalo- me dijo. Su mano se dirigió a su miembro, para luego moverlo en dirección a mi boca, al entrar en contacto con su glande sentí algo húmedo y viscoso, me percate era precum, pase la lengua para saborear su excitación, retire mi mano derecha de su nalga para tomar mi “chupi” y así descubrir su sabor, pero antes de eso opte por olerlo, acariciarlo, presionarlo un poco mientras le masturbaba, rosarlo por mis labios, mi cara, mi cuello, yo estaba en un dejavu absoluto, no pensaba nada, solo trataba de controlar mi emoción y disfrutar el momento, seguía acariciando su masculinidad, sus bolas era grandes y le colgaban un poco, las bese, para luego enterrar mi cara en su vello púbico y oler como si de una ...

... droga se tratase (aunque nunca lo he hecho, lo menciono para tener una referencia a la expresión que adoptan los personajes cuando lo hacen en una película) era maravilloso su olor, estaba limpio pero podía percibir un ligero aroma a orines y sudor que volvía realmente loco y mi pene me lo recordaba, mi bóxer estaba todo mojado. Estuve en eso por algunos minutos, y su guevo realmente estaba muy erecto, lo sentía caliente y emanaba mucho precum, lo lamia sin desperdiciar nada y el comenzó a moverse sutilmente como si me estuviese penetrando, yo le seguía el juego con mi lengua… hasta que me pidió que se lo mamara… Humedeci mis labios, saboreando su néctar, e introduje un poco su glande. –aaaaah- le oí gemir. – Trágatelo todo – me indico. Abrí más mi boca y engullí todo lo que pude para luego sacarlo no sin succionarlo con cierta rudeza. – que rico, dale no te pares – decía. Comencé entonces a disfrutar de mi chupi en toda su extensión, con mi lengua recorría todo su guevo y me enfocaba mucho en su glande que sentía grande y puntiagudo, él comenzó un mete y saca en mi boca que yo trataba de recibir lo mejor que podía, de pronto el tomo la banda que tenía puesta en mis ojos y la hizo a un lado para luego decirme – Ve lo que te estas comiendo_ sonrió con cierta malicia. Me sorprendí realmente al ver la dimensión de su pene mis manos no me habían mentido era realmente grande y grueso, curvado un poco hacia la izquierda, era hermoso. – que rico chupi- le dije. Le estuve haciendo sexo ...