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Cuando Mark me descubrió (explicado por Mark)
Fecha: 21/12/2018, Categorías: Grandes Relatos, Autor: Elegos, Fuente: CuentoRelatos
... con deleite. No me dejó acabar. Me cogió suavemente y me tumbó a su lado. Me beso de forma delicada y me acarició la espalda. Estaba claro que quería que durase. Empezó a besarme los pezones y luego bajo por mis abdominales. A la altura de mi ombligo se encontró con mi polla. La acarició y la besó. Y si ton ni son se la metió en la boca. Era la primera vez que un hetero me la chupaba. Me excitó tanto que no pude ni avisarle, me corrí en su boca, y al apartarse la segunda le lleno la cara. Se quedó un poco flaseado sentado en la cama. Me senté encima de él y fui limpiándole a lametones. No paraba de decir que lo sentía que me había excitado mucho y eso…pero notaba su polla dura contra mi ano. Estaba lubricando bien, así que puse mucha saliva. Le moví la polla arriba y abajo para ver si me mojaba bien el agujerito, lo iba a necesitar. Era muy gorda. Hice un primer intento y encaré mi agujerito en su polla y apreté un poco. Iba a incorporarme un poco para ponerme más saliva cuando note su fuertes manos en mis caderas y me embistió a lo bruto. Me quedé sin respiración. Me había metido hasta los huevos, seguro. No estaba nada dilatado y notaba su enorme polla dentro de mí. Iba a protestar o a sacarla cuando noté que estaba más empalmado que nunca. Le encantó. Empezó a pajearme de nuevo. Que cabrón me hacía ver el cielo. Lo besé con pasión y empecé a moverme arriba y abajo. Deseaba que mi culo se follase a esa grandiosa polla que tenía dentro. Me empezó a chupar los ...
... pezones, los mordisqueo ligeramente y no lo soporté más y me corrí otra vez. Puto hetero, ya había hecho que me corriese dos veces y su enorme verga seguía taladrándome el culo. Él mientras se comía mi leche con deleite de su mano. Así que pasé a mayores. Me di la vuelta y empecé a follarme esa polla con toda la potencia de mi culo. Uff como me amasaba los glúteos. Entonces, me cogió de los hombros y me tumbo encima suyo. Los dos boca arriba. Y cogiéndome por la caderas empezó a marcar un ritmo demencial. Era evidente que no tenía experiencia con hombres, pero ni por asomo dejaba de dominarme. Me rendí a sus embestidas. Y mi polla también, empezó a ponerse dura otra vez. El muy cabrón lo notó al instante. Cambió rápidamente de postura, me cogió la polla y me pajeaba al tiempo que me embestía el culo. Aquello era el cielo. Con la mano libre empezó a pellizcarme los pezones. Esta vez apretó fuerte. Quería oírme y vaya si me oyó. Aprovechó para meterme los dedos en la boca. Y llegué al éxtasis. Me corrí por tercera vez, y esta fue brutal. El mejor orgasmo de mi vida. Y de repente noté una oleada de calor, como lava dentro de mi culo y luego fuera y lo escuche chillar. Libre de su polla me giré y empecé a besarlo con verdadero amor. Aquel día fue brutal. En la ducha no sé bien como acabé nuevamente empalado. Y horas más tarde después de la siesta me propuse tragarme todo lo que saliese de su polla. La verdad es que lo conseguí, varias veces ese fin de semana. Empezó a llamarme ...