1. Abuelo nudista caliente no pierde tiempo 2


    Fecha: 10/03/2025, Categorías: Tabú Tus Relatos Autor: Centinela2000, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X


    Esa noche cenaron con tranquilidad todos desnudos (como les había indicado en mi relato anterior, en esa casa todos debían andar desnudos por requerimiento de John al ser nudista), la cogida que John le había dado a Ana fue descomunal y ella estaba agotada; entre la cogida, el trabajo que le demandaba cuidar a John y algunos quehaceres de la casa, la tenían muerta, sin embargo, John aún tenía la bestia sexual adentro, a pesar de su edad, su potencia sexual era desbordada y su verga parecía de hierro porque la tenía parada, lubricada y como si nada.
    
    Al terminar de cenar, Ana (la madre de las nenas) se dirigió a sus hijas y le dijo a la menor (15 años) que se fuera a lavar los dientes y que fuera acostarse a la cama, era hora de dormir; a la mayor (16 años) le dijo: «Susan, ven ayúdame a levantar la mesa, necesito que te quedes a lavar los platos, los secas, los guardas y luego te vas a dormir por favor, estoy exhausta y necesito ir a dormir ya», su hija afirmó asentando con la cabeza y le dijo «ve mami, no te preocupes yo lo hago». Mientras tanto, John se levantaba de la mesa con su erección y su verga lubricada con esos guevotes peludos que le colgaban, se sirvió una jarra de café para hacer la digestión y se puso a leer un libro en la sala, volteó un sillón y se sentó en un ángulo donde tenía la vista hacia la cocina donde se deleitaba con la espalda y el culo de Susan lavando los platos.
    
    Estaba ya la casa a media luz, la hija menor y su madre ya estaban en sus ...
    ... dormitorios durmiendo, Susan ya guardaba los últimos platos limpios pero repetidamente volteaba su mirada hacia John, éste, a propósito, se masturbaba con el fin de que ésta lo mirara, el libro ya lo tenía en la mesa de sala cerrado y el café lo tenía a medio terminar. Susan, al terminar de guardar los platos, apagó la luz de la cocina quedando solo encendida una luz muy tenue que salía de una lámpara de pie en la sala ubicada a lado del sillón donde John leía y que ahora se masturbaba.
    
    Susan, pasó al lado de John muy lentamente dirigiéndose hacia las gradas que conducen al segundo piso donde están las habitaciones, John notó que la hermosa nena tenía un cuerpo deseoso de ser probado (la descripción está en la primera parte de este relato), se veía radiante, al ir caminando ella no dejaba de verle la verga, John notó al mirarle sus tetitas como dos limoncitos, que los pezoncitos estaban grandes, parados y duros, era una clara señal de que Susan estaba excitada al ver al viejo. John, aún sentado en el sillón, soltó su verga y tomó la mano a la nena mientras esta pasaba al lado de él, la nena se detuvo y sintió mojada la mano, era todo el líquido preseminal de John, la nena se soltó, lo quedo viendo y sin quitarle la mirada de sus ojos se lamió la mano embarrada de esa baba; John se dijo así mismo «este es mi momento, te jodiste putita».
    
    John se levanto del sillón, apagaron la única luz que quedaba encendida en toda la casa, la de la lámpara de pie de la sala; volvió a tomar la ...
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