¡VOLVER A LOS 17! 4 - Relatos Eróticos

¡VOLVER A LOS 17! 4

... parecía muy impresionada por mi “actividad”. ¡Esperemos que sea así y me quiera probar!
El próximo día que fui a lo de Kirky, luego de estar un par de veces en el lavadero…, a “buscar revistas” (para mí, con total complacencia de la mamá), nos quedamos tranquilitos en el sofá… “mirando televisión”. Nuestra calentura no se aplacaba. El tamaño de la revista lo permitía; Kirky me abría la bragueta y metía la mano para pajearme. Yo metía la mano bajo su pollera… y un par de dedos en la conchita. Le avisaba cuando estaba a punto de acabar. Ella iba presurosa al baño a buscar papel higiénico. Con sus orgasmos no había problema: tenía un par de bombachitas listas para ponerse entre las piernas para recoger los fluidos. 
Uno de esos días, la mamá, Martina, nos dijo sonriente… “dejen los “caramelos” un minuto…”, y vayan a retirar la ropa de la azotea, que parece que va a llover…
Cuando habló de los “caramelos” asumí que Martina estaba totalmente convencida que su nenita…, se refregaba con el grandote de quinto año del secundario. 
Sin dudar…, nos acomodamos…, cerramos la bragueta, arreglamos la pollera, nos levantamos y fuimos a buscar la ropa. Efectivamente, estaba muy nublado, muy aprontado para llover. Íbamos a retirar la ropa, cuando Kirky me dijo “por algún lado debe haber una silla. La uso para colgar algo cuando no alcanzo a la soga”.
¿A qué se refería? Se movió entre la ropa y me llamó. No la veía. 
-Vení hacia acá. – Seguí el sonido de la voz. – Acá está la ...

... silla…
	Efectivamente. Entre un par de sábanas, encontré a Kirky y la silla. No se veía otra cosa.
-Sentate… 
-¿Ahora? ¿Y la ropa?
-Ya va la ropa. Vos sentate…
	Pues…, me senté. Kirky no demoró un segundo. Se subió a horcajadas. 
-¿No ves soncito? – Me mostró la bombachita que tenía en la mano…, y metió la mano hacia mi bragueta.
-¡Dale, ayudame! ¡No me hagás hacer todo a mí! – Intentaba abrirme la bragueta. 
-Parate un momentito… - Se levantó, abrí la bragueta y saqué la pija. Estaba morcillona. 
-¡Jeje! ¡Yo te la pongo bien! – Se agachó y la metió en la boca. - ¡Huuummmm! ¡Qué rica! ¡Me la tenés que dar más seguido!
	¡En un minuto la tenía al palo!
-¡Ahora si, entra bien! ¡Jaja! – Y volvió a montarse sobre mis piernas. Se acomodó tomando la pija en su mano y apuntó a la conchita…
-¡Asíííí! ¡Ay Dani, mi amor! - ¡Se la enterró totalmente…! - ¡Cómo te extraño cuando no te tengo adentro! ¡Tenía razón mamita! ¡Me ibas a volver loca!
	Apoyándose con las puntas de los pies, y mi ayuda, tomándola de la cintura, Kirky se dedicó a cabalgar. Le levanté la camiseta que tenía y besé los pezones…, dado que, tal como siempre que voy, no hay bombacha ni corpiño, para facilitar la tarea.
-¡Ay, papito! ¡Ay, papito! ¡Me viene! ¡Qué linda acabada! ¡Me gusta tanto bañarte la pija con mis juguitos! ¡Desde que me metiste los dedos tenía ganas!
-¡Si amorcito! ¡Si! ¡Es tan rico! – La pija me palpitaba.
-¡Mi amor! ¡Cómo te late! ¡Parece tu corazón!
-¡Si mi amor! ¡Tengo mi corazón en tu ...