1. Masaje masculino (I)


    Fecha: 20/03/2025, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Morbi69, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... facilitando que sus dedos se deslicen más por el interior de mis nalgas. Sentir sus manos aceitadas deslizándose por mi cuerpo, sus dedos cada vez acercándose más a mi ano, me estaba excitando mucho. Cuando por fin pude sentir su dedo aceitado pasar suave y lentamente por mi ano; no pude contener un suspiro, casi un gemido. Él lo advirtió. Yo separé un poco más las piernas. Su dedo acariciaba mi ano. Se sentía delicioso.
    Sentir su dedo frotando mi ano me tenía a mil. Pero también sentía sus testículos, calzoncillo de por medio, frotar por mi mano; se inclinó un poco, para hacerme sentir su verga en la palma de mi mano. Se advertía no gran tamaño, estaba morcillón, y la tela del calzoncillo, a la altura de la cabeza del pene, estaba pegajosa de jugo preseminal.
    Llegado un momento retiró la mano de entre mis nalgas, pero un instante después volví a sentir su dedo acariciar mi ano, esta vez con bastante aceite... En una de las caricias siento como empieza a presionar, y su dedo empieza a introducirse en mi culo, suavemente. Muy suavemente. No puedo evitar un gemido. Retira un poco el dedo, sin sacarlo completamente, para volver a introducirlo más. Otro gemido. Y el movimiento empezó a repetirse acompasadamente, así como también mis gemidos.
    Se sentía maravilloso, no quería que termine nunca. Tenía su dedo completamente dentro de mi culo, me estaba follando muy rico.
    
    Pero de pronto paró. Quitó su dedo de mi culo.
    Se aceitó las manos, y volvió al masaje, esta vez bajando ...
    ... desde mis nalgas hasta mis testículos, que me los masajeó con sus manos llenas de aceite.
    Yo estaba que volaba...
    Pero se detuvo. Me dio una nalgada, y me pidió que me de vuelta, quedando boca arriba.
    
    A pesar de la excitación, mi pene estaba morcillón, largando mucho jugo preseminal.
    Se aceitó las manos, y empezó a masajearme el abdomen, subiendo hasta mi pecho; ahí se entretubo acariciando mis pezones con sus dedos. Eso me excitó aún más, mis pezones se endurecieron, y mi pene se puso muy duro.
    Dejó mis pechos, se puso más aceite, y pasó a masajearme los testículos. A veces suave, a veces ejerciendo un poco de presión.
    Mi excitación aumentaba, mi cabeza volaba. Abrí los ojos, pude ver que me miraba fijamente, con cara de lujuria; seguramente mi cara era similar. Acerqué mis manos a mis pechos y empecé a acariciarme los pezones, mi pecho había quedado aceitado.
    Mi pene estaba durísimo, algunas gotas de jugo brotaban de la cabeza.
    El masajista me masajeaba los testículos con una mano, la otra acercó a la base de mi pene, rodeándolo con los dedos pulgar e índice, cerrándolos y haciendo presión. Desde la cabeza de mi pene se escurrían mis jugos...
    
    Me miró, se inclinó, e introdujo la cabeza de mi pene en su boca. Sentir lo que me hacía con la lengua era indescriptible.
    Al quitar la boca, mi pene estaba bañado de mis jugos y su saliva. Quería que siga, la sensación era demasiado buena como para interrumpirla, pero la interrumpió... 
    Mientras me chupaba la cabeza del ...