Una desconocida me invito a oler su culo gracias a un chat anónimo - Relatos Eróticos

Una desconocida me invito a oler su culo gracias a un chat anónimo

Esto sucedió un par de meses después de haberme graduado de la universidad. En ese entonces gracias a un amigo me había logrado acomodar en una empresa relacionada a mi carrera, y gracias a eso me pude independizar. 
A la par de estos sucesos había comenzado a visitar cierta página para encuentros de todos tipos, de hecho gracias a ese sitio termine cogiendo con un cubano y su novia, pero eso es otra historia. 
Navegando en este sitio encontrando diversas propuestas sexuales, me encontré con una bastante peculiar. Esta decía "te invito a oler mi culo", era un título simple pero me llamo, cuando di clic en su perfil solo había una foto de un culo y un número de contacto. En un principio dude en ponerme en contacto (era algo sospechoso), pero me termino ganando el morbo. 
Le mande mensaje, a lo qué me contestó rápidamente pidiéndome fotos de mi cuerpo que sin problemas le envié (no se veía mi rostro), tardó en contestar un par de horas pero cuando lo hizo envío una foto de su culo abierto mostrando un hermoso ano marrón totalmente depilado, después de eso llego una ubicación diciéndome qué si quería la veía ahí, su intención era platicar y después de eso ver qué podía pasar. En un inicio volví a dudar pero terminé aceptando, acordamos vernos al día siguiente por la tarde. 

Al día siguiente llegue algo nervioso algo lugar, solo sabía qué vendría con un saco azul. Llegué al lugar pedí un café y simplemente me senté a esperar qué no fuera solo una broma, cosa qué no fue así ...

... ya qué a los pocos minutos por la puerta entró la mujer a la qué le oleria el culo.
Era una mujer madura, debería de tener entre 40 a 45 años, se le podía notar un cuerpo un tanto regordete, con unos pechos un poco pequeños pero en cambio un culo bastante grande y bien formado, su rostro no era el más agraciado. 

Al verla opté por saludarla esperando no estarla confundiendo con alguien más, para mi suerte si resultó ser ella. Llego se presento y pidió un café, así comenzamos a charlar por varias minutos. 

Se le notaba qué le deba algo de pena y queria conocer bien a la persona con la qué haría ese tipo de cosas, comenzó a decirme en voz baja si estaba seguro de lo qué íbamos a hacer. 

Me recalcó qué podría oler, besar, lamer, incluso meter dedos pero no penetrarla en ninguna de las formas, ella solo quería que adorada su culo en toda la extensión de la palabra pero no hacer nada más. A mi resuelto curioso sus límites pero los acepte cordialmente, ahí agrego una cosa más qué tenía qué ser así como venía, que no pensaba bañarse qué su fantasía era qué captaran su esencia anal en su máximo esplendor. 

Al ver que no me espanto o asqueo su propuesta comenzó a soltar más la lengua, se le notaba qué gracias a eso entro en confianza. Ya en una total confianza me comenzó a contar qué no sabía porque pero desde muy joven le exitaba el olor de su propio culo, qué tenía noches enteras masturbándose al oler su propia ropa interior o urgando su culo con sus dedos para después ...