Una desconocida me invito a oler su culo gracias a un chat anónimo - Relatos Eróticos

Una desconocida me invito a oler su culo gracias a un chat anónimo

... olerlos con desesperación. 

Me sorprendía su declaración, pero antes de contar del porqué mi gustó le pedí una prueba para ver si lo que decía era verdad (aun desconfiaba), a lo qué se levantó en dirección al baño para salir en unos minutos después. Al salir se dirigió a mi y sin decir nada paso sus dedos cercas de mi nariz, automáticamente sentí un leve aroma anal proveniente de varios de sus dedos. Hubo una mirada de complicidad entre los dos, simplemente sabíamos qué habíamos encontrado a nuestro indicado compañero sexual. 
Salimos de esa cafetería en dirección a su auto. Durante todo el trayecto me continuo contando cómo era tan adicta a su propia fragancia anal, me sorprendía la naturalidad con la qué decía qué prácticamente se metía los dedos constantemente en el ano para después olfatearlos, ni siquiera en su trabajo se podía estar tranquila ya qué cada que tenía oportunidad sé deba su gusto, incluso en más de una ocasión estuvo a punto de ser descubierta sin embargo eso no la detenía de continuar su fetiche. 
Al por fin llegar a mi departamento se dio nuestro esperado encuentro, ella se quedó desnuda de la cintura para abajo. Apenas quedo desnuda vino a mi un leve olorcito rico a culo, ella solo no paraba de decir qué ojalá pudiera meter su propia nariz en su culo, qué le encantaría lamer su ano directamente. 

Esta loca mujer fetichista me tenía demasiado exitado, no pude soportar más así qué me puse de rodilla y enterré por completo mi rostro en su culo, no ...

... le di lengua porque no quería perder ese rico olor. Inhale tanto qué en cierto punto me estaba mareando de lo intensa que era su fragancia anal. 

Por el olor era obvio qué había ido por lo menos una vez al baño, pero la mezcla de sus humores combinado con su sudor hacia qué el olor fuera de lo más adictivo. Comencé a comprender del porqué esta madura era adicta a su propio olor anal, simplemente era un aroma de lo más delicioso. 

Pasado un par de minutos comencé a besar su ano de una manera qué hasta parecía romántico, entre esos besos anales que le estaba proporcionando ella me pedía besarla en la boca para así darle más morbo a nuestro encuentro. 

Cuando por fin paso dos horas de esa adoración anal, por mi me decidí a lamerle el ano sabiendo qué ese sería mi acto final con ese exquisito culo. Así comencé a pasar mi lengua por todos sus pliegues, deguste de su ano a placer incluso metí mi lengua lo más adentro posible qué pude de su culo. Para cuando termine todo ese adicto olor había desapareció. 

Al terminar ella se lanzó a besarme, se encontraba exitada y alegre de qué por fin alguien compartiera el mismo gusto y adicción por su culo que ella sentía. 

Después de ese día, nos reuniamos cada que podíamos. Simplemente termine siendo adicto a su fragancia anal, incluso llegué a ir a su trabajo soló para poder darle una olfateada a su hermosa culo. 

Desde antes yo ya tenia un gusto por el olor anal, pero después de ella lo confirme al grado qué no hay cosa qué ...