EN LAS PAMPAS CHATAS TAMBIÉN HAY AGUJEROS - Relatos Eróticos

EN LAS PAMPAS CHATAS TAMBIÉN HAY AGUJEROS

... hay un culo que está a punto!
-¡Mamita! ¡No te oí! – Valeria giró la cabeza hacia la puerta del dormitorio. - ¡Dani quería hacerlo en una cama!
-¡Me parece bien! ¡No hay que andar atorrando por ahí! – La mamá de Valeria ingresó a la habitación. Estaba mirando atentamente, a dos pasos de la cama. - ¿Están bien? ¿No hay molestias o dolores?
-¡No mamita! Dani es muy dulce y cariñoso. – Ante lo inevitable, no quise perder la oportunidad. 
-Vale…, mi amor, acuclíllate sobre mi cara. – Me acosté boca arriba, con la pija bien al palo. ¡Esta postura no falla nunca! – Suba señora, el resto es para usted…
-Soy Julia…, y supongo que atenderás muy bien a mi nena…
-¡Si mamita! ¡Es muy rico hacerlo con Dani! – Mientras hablaba, Valeria se acomodó sobre mi rostro. Mi lengua no perdió segundos y al instante estaba lamiendo esa hermosa conchita.
-¡Mamita linda! ¡Tú nena está riquísima! – Alenté a la mamá. Al acomodarse Valeria sobre la boca, quedé con las manos libres. No veía bien, obviamente; el culo y las piernas de la nena me impedían una buena visión. – Mamita Julia, no dejés solita a tu nena, ni a mi pija… ¡montate! 
Me sacudí la pija, como señal indudable de mi interés. Lo que Valeria me permitía ver fue suficiente: al desnudarse, Julia ofreció su cuerpo a mi admiración: ¡hermosamente perfecta! Si hubiera una compulsa universal, no ...

... habría dudas que en ese pueblo… ¡habría proporcionalmente más mujeres hermosas que en el resto del mundo!
	¡Y eso no era todo! Cabalgando, Julia es una artista de circo. ¡No hay postura que ella niegue! ¡Arriba y abajo! ¡A derecha e izquierda! ¡En círculo! ¡En ocho, como el signo de infinito! Se inclina hacia adelante, para besar a su hija; hacia atrás, para acceder a mis huevos… ¡Esta mujer es una profesional! ¡Debe tener locos a todos los chacareros! 
Los meos de su hija Valeria se juntaron con sus propios orgasmos. No tuve intención de joderla…, pero mi imprevista acabada fue imposible de contener.
-¡Perdón, perdón, Julia! ¡Ahora mismo voy a comprarte la pastilla!
-¡No te preocupés, tesoro, estoy protegida! ¡Jajaja! ¡Puedo recibir todo tu semen, las veces que quieras! - ¡Me proponía seguir cogiendo! ¡Lo que sea, como sea! 
	Entonces seguí. A pesar de la acabada, las pastillitas violetas me permitían seguir con la pija erecta. 
-¡Vale, tesoro! Ahora, cuando me levante…, cuando la pija de Dani salga de mi interior…, vení rapidito a chuparme, así no me chorrea la lechita…, y vos tenes un rico postre…
	¡Mamita solidaria!
	Seguí dándole a la nena, que ya me había meado tres veces. Valeria le sobaba y besaba las tetas a la madre. Ésta le acariciaba el clítoris, junto a mi lengua. ¡Ya tenía orgasmos de mamita e hija! ¡Propósito logrado!