Castigo por puta a mi hija Loly
Fecha: 23/12/2018,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Lobo Feroz, Fuente: CuentoRelatos
... sin pedírmelo sabe que no puede tener sexo.
Unas caricias sobre la carne enrojecida calmó su espíritu, la sonrisa volvió al rostro de mi nena, pero… la lección aún no había concluido, le vendé los ojos con un pañuelo, a continuación la llevé hasta el sillón ergonómico, montarse boca abajo en parte de potro, para quedar montada sobre él, con una cinta amarré sus muñecas aun extremo y la otra a las patas del potro, lo mismo que para los tobillos.
- Ahora vas sentir el rigor del castigo, para que nunca, nunca más se repita esta ofensa de hacerte coger por tu novio o por quien carajo sea, solo podes coger cuando solicites permiso a papi y te lo autorice. Nos estamos entendiendo?
- Si, pa… sí señor. Merezco que me castigues.
Ahora era el momento, busqué el trozo de raíz de jengibre higienizado y pelado, abriendo los cantos de las nalgas y se lo introduje en el culito, con el cuidado que la parte más gruesa quedara fuera y evitar el problema de perderlo dentro del recto. Muy despacio voy jugando con la raíz torneada, entrando y saliendo del culito de mi nena, despacio, luego se lo dejo colocado, lo tendrá durante el tiempo que demore en consumir el whisky que pedí al conserje. Quedé observando el comportamiento de mi nena putita.
Pronto comenzó a sentir la sensación de calidez, cosquilleo y ardor, podía entender y comprender que esta forma de disciplina tiene su faceta de humillación, que puede variar de dolorosa a excitante.
Cumplido el tiempo retiré la raíz del ...
... culito de la muchacha, el ardor había producido el efecto de estimular las zonas en contacto, dilatando el culo, dispuesto para recibir una buena cogida.
Sentía el alivio de cesar el ardor por tanto que al aflojarse la forzada estimulación ya de por sí era una sensación placentera, escuchar como respira aliviada, relajándose de las tensiones producidas por escozor y el insistente cosquilleo.
No dispuso de tanto tiempo para relajarse y disfrutar la liberación del ginger, porque ya tenía la verga preparada para metérsela de una hasta el fondo.
Me había colocado ahorcajado sobre el potro y en la posición perfecta para penetrarla, con la comodidad y entrarle tan profundo como nunca antes. Si bien está habituada a recibir el sexo anal bien seguido, en esta ocasión por las condiciones especiales de la preparación con el ginger, amarrada y montada sobre el potro las tenía todas a favor para darle una cogida monumental, metérsela de manera bastante a lo bruto.
Un poco de saliva en la punta del miembro, apoyé en la puerta del hoyo, con una mano tomado de sus cabellos y la otra una sonora nalgada. Se la enterré toda, hasta el fondo!!
- Ahhhhh, hijo de puta me vas a matar!!!
- Cállate puta de mierda, aguanta, por zorra, por puta, te voy a romper el orto. Calla y aguanta putita.
Comencé a cogerla con todo el ímpetu y la vehemencia de imponerle el castigo para disciplinarla, al mismo tiempo que la forma de realizar esta experiencia me causó una excitación descomunal, ...