1. Castigo por puta a mi hija Loly


    Fecha: 23/12/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Lobo Feroz, Fuente: CuentoRelatos

    ... el deseo por hacerle el culito era mil veces superior a cualquier otra que lo hubiéramos hecho. Por la misma razón podía dominar y controlarme para alargar el tiempo de la penetración.
    
    Podía realizar toda la variedad de movimientos y demorar mucho más tiempo el placer de cogerme a esta pendeja, que hacía un buen rato que se contenía para no gritar. Sentía como que la verga estuviera más gruesa y más rígida que lo habitual, obviamente también ella había registrado las mismas sensaciones por que no pudo más que ponerse a vociferar improperios y groserías de todo calibre.
    
    - Basta, basta ya!!! Papi… señor, basta por favor, me estás rompiendo el culo, me duele, me duele. Sacámela del culo me duele.
    
    - Te duele?, hmmm a mi nenita putita le duele el culito, pero mira vos… Te duele, pues aguanta puta, zorra putita, yegua aguántate a tu macho, que te va a seguir rompiendo el orto, todido
    
    Un par de nalgadas consolidan la afirmación.
    
    Contra mi voluntad de seguir, los estímulos altamente excitantes pusieron límite a la sodomización, el cosquilleo prologa el momento de venirme, un par de metidas a fondo y la eyaculación se produjo de forma tumultuosa, sentía como un estruendo en mis oídos, el zumbido de la conmoción de la inminencia de la eyaculación.
    
    Enterrado a fondo, con ...
    ... imperceptibles movimientos para acompañar los chorros de semen que liberan la calentura contenida. Fue una acabada con toda la fanfarria de un desfile de esperma dejándome vacío para escurrirse dentro del ano de la muchacha.
    
    Me retiré chorreando semen, mirando y admirando ese culito abierto como una flor que venteaba la enlechada con burbujas espumosas coronando el aro dilatado que comienza a cerrarse con lentitud.
    
    Desatada y exhausta, ayudé a desmontar del potro, la acompañé hasta sentarse en el bidé, permaneció un buen tiempo recibiendo el aliciente chorro de agua tibia, el rostro con rastros de haber llorado. El jacuzzi terminó de relajarla y suavizar las consecuencias de la experiencia anal.
    
    El silencio fue predominante durante todo el viaje, unas cuadras antes de llegar hice una pausa para poder mirarme en sus ojos, sin decir nada, me tomó el rostro y me dio el más intenso beso de lengua de los que tengo memoria.
    
    - Gracias, papi! Gracias señor! Me lo tenía merecido, pero me gustó, me gustó mucho.
    
    - Sí mi nena.
    
    - Quiero repetirlo, porfa, quiero otra vez… señor.
    
    A Loly y a su papi les gustaría saber que te pareció, que sentiste al hacerte parte de nuestra historia de amor prohibido, toda pasión y toda sexo en[email protected] estamos esperándote.
    
    Lobo Feroz 
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