1. La lasciva vida de una maestra de escuela (Parte 5 – Final)


    Fecha: 09/08/2017, Categorías: Microrelatos, Autor: Trovo Décimo, Fuente: CuentoRelatos

    ... vida sumisa y renegada, ¡El negocio de contratarle me pareció una ganga! Solo sentir sus arremetidas ensanchando mi cerrado coño, valía la pena lo pagado, máxime saber que su cipote exploró lugares inhóspitos dentro de mi vientre, sin llegar a nombrar la sensación de hacerme sentirme hembra al llenarme de su blanca y espesa leche salvaje africana.
    
    Con movimientos dignos de un felino de la selva se separó de mi sin perder del todo el contacto con mi cuerpo y sin dejar de mirarme, que escalofríos sentía cuando esos ojos me penetraban. Sonriendo volvió a acariciarme y besándome puso la palma de su mano sobre mi ardiente y mojado coñito y empapando su mano me sonrió y me confirmó que realmente me había tenido varios orgasmos. Discretamente se levantó y se dirigió a la ducha, pensaba que me iba a dejar en la cama para que disfrutara de lo que habíamos hecho juntos pero me tomó de la mano y me llevó a horcajas hasta la ducha con él mientras su lengua volvía a meterse dentro de mí…
    
    Nunca pensé que pudiera ser mancillada tan dulcemente por un gran falo digno de una admiración, con la destreza de los que saben meterla complaciendo a la fémina por el agujero más ceñito de mi cuerpo… Llegamos a la ducha quiero besar paso a paso cada centímetro de su piel, el sexo es un arte, un arte delicado y de respeto, debes aprender a respetar el cuerpo del otro, su templo. Me gusta el sabor de sus labios, el olor de su piel, me excita pensar en el hecho de contemplarle desnudo en mi cama. ...
    ... Muy a menudo, ni yo contemplo ni doy argumento a mi necesidad de sentirlo, de sentir su espalda mojada mientras la rasguño o simplemente le abrazo para apreciarlo más cerca de mí.
    
    -“Pasa que hoy quiero conectarme contigo, quiero que te dejes llevar por el morbo que a los dos nos excita… tocarte, sentirte, morderte, escucharte, solo eso quiero pensar, te veo y me siento bien, verte desnudo, rozar nuestras piernas”. Le digo ida de mí.
    
    Que musculatura de infinita perfección captan mis ojos al observar el cuerpo desnudo de un hombre tan vetusto, ver sus brazos fuertes, sentir su abdomen, contemplar su falo majestuoso con absoluta precisión y saber lo mucho que puede hacerme sentir, transportarme a otro tipo de realidad, hacerme llorar, gritar, reír, cambiar mis estados de ánimo a su antojo, pero hacerme sentir bien.
    
    -“Solo sé tú mismo y bésame, desgarra mis carnes y excítame, dime porquerías al oído, dime que te gusta, que quieres que te toque, que quieres que te haga y en ese instante cerraremos los ojos para sentirnos mejor…”
    
    Cerré la puerta del aseo… me toma de mi cintura arrinconándome hacia la pared, me besa como me gusta, mi cuello empapado de tu saliva, y el tuyo empapada de la mía, mis manos halando su cabello y nuestras narices juntas.
    
    -“¡Hazme sentirme viva y joven, hazme vibrar y vibra conmigo esta noche! No es tan difícil pasar un buen rato juntos”.
    
    Mientras me besa mis tetas con una sutil delicadeza de su lengua, con mis ojos cerrados me concentro en ...