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Sus 21 años y 21 cm me desvirginaron a los 54. Parte 2 y final
Fecha: 03/04/2025, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: ElmerBi69, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... él entraba y salía con fuerza. Cuando él empujaba hacia adelante yo lo hacía hacia atrás para sentirla toda. Le pedí que no se viniera todavía y se detuvo. Lo acosté boca arriba en el sillón y me dispuse a cabalgar a aquel precioso muchacho con su preciosa verga. Puse las piernas en los costados de su cadera y me ensarté mirándolo a los ojos. Me sonrió y una vez con toda adentro comencé a contonearme a un ritmo que solo veía como cerraba medio en blanco los ojos. Me recline y lo besé. Fue en ese momento cuando le confesé -esta es la primera verga que me clavo- asombrado dijo pero -te si mueves muy pro- dijo. -Verga, lo que se dice verga, es la primera. Tengo mucha práctica gracias al dildo- se rió y seguí besándolo, contoneándome y agarrando a sentones a esa enorme verga que para estonces a cada sentón solo me daba placer y nada de dolor. Le volví a pedir que no se viniera, porque quería que lo hiciéramos en un 69 y procurar venirnos al mismo tiempo. -Pero quiero que me cojas tu a mi- reclamó -tu pene también está muy rico- dijo con prudencia - ¿Me lo metes?- pidió. Mi verga no es pequeña ni grande solo mide 17 cm -4 cm menos que la de mi nuevo joven amigo-, pero si es gorda, morena y rasurada. Detuve mi contoneo y con pena me la saqué, lo acosté boca abajo y comencé a besarle las nalgas y metí mi lengua buscando su ano. Le pedí que echara la nalga hacia arriba, abrí sus piernas y mis ojos vieron el mejor ...
... paisaje que habían visto hasta entonces: su ano rasurado, sus huevos y su verga bien parada invitaban a clavar la cara ahí y comerme todo ahí abajo antes de montarlo. Un buen rato estuve mamando verga huevos y culo con gran placer hasta que me pidió -ya clávamela-. Me subí en él y fui metiéndola poco a poco. Aunque todavía cerrado su culo dilató rápidamente. Sabía moverse muy bien tuve que detenerlo un par de veces para impedir venirme. Mientras lo clavaba le volteaba la cara y nos besábamos con gran pasión, le besaba el cuello, la espalda. Luego se puso boca arriba y se la clave en posición de misionero. Nos besamos mucho. -Ya me quiero venir- dijo. Me salí. Fuimos a lavarnos la verga; él lavo la mía y yo la suya. Pasamos a su cuarto y en su cama empezó el 69 que queríamos los dos. Su verga entraba caliente en mi boca y la mía al fondo de su garganta. Avisó -Ya voy-. Mamé unos segundos más y luego la saqué, la chaqueteé y su arma empezó a disparar con fuerza unos mecos blancos que dieron en mi cara, en mi nariz y boca. Sentir su semen me hizo estallar, avisé rápido y me vine con un orgasmo inmenso y alucinante. Los dos con la cara llena de mecos nos vimos, nos reímos y preguntó -¿te gustan los besos blancos?-. No respondí solo lo besé comiéndome esa deliciosa mezcla de mecos. -El blend perfecto- dijo y reímos relajadamente Roberto y yo nos hemos seguido viendo, pero ya serán otras historias que habré de contar.