La tía mojigata - Relatos Eróticos

La tía mojigata

... trasladar a algunos familiares en mi carro y de llevar los adornos también me lleve a la tía Carmen.
Con el pretexto de que mi casa era casi por el mismo rumbo de ella.
Sacamos ventaja de eso y me la llevé a un motel y me la cogí.
Ahi pude ver en todo su esplendor su cuerpo desnudo.
Ella una mujer frondosa y con ciertos detalles estéticos muy propios de su edad.
La piel se erizó cuando sintió mis manos recorrer todo su cuerpo.
Mis labios se posaron en sus pezones saltones por la excitación.
Recorri con mis manos sus enormes nalgas.
Las separé y metí mi lengua entre ellas, cosa que mi novia no deja que se lo haga.
De esa manera me desquité de la tía, ya que ella también brincaba con miedo a sentir esa sensación nueva para ella.
Sus nalgas subían y bajaban de mi erecta verga después de que me la chupo de nuevo.
Le eché la leche en sus tetas y me limpió la verga, descansamos un momento y la luz del nuevo día casí nos sorprende.
La llevé a su casa y se bajó unas cuadras antes.
Trate de descansar lo más que pude ya que ese domingo tuve que ir al after, ahi me la volví a encontrar y ella supo disimular.
Aparentemente nadie se dió cuenta de que hace algunas horas me la había cogido.
Ahora cada que me cojo de perrito a mi novia me imagino que son las nalgas de su tía.
No volví a estar con ella y tiempo después termine con mi novia.